Juana Valentina Santafé Galindo es una joven religiosa colombiana de la comunidad de hermanas misioneras de Santa Teresita que sin proponérselo ha logrado más de 1 millón de vistas en Tik Tok. Con una versión muy particular de la Tusa, que dista mucho de la letra original del reggaetón, aplicando la técnica de Lip sync (sincronía de labios), la monja ha robado el corazón de los ‘tiktok lovers’ en la cuenta @misioneramt.
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“Tener 1 millón de visitas realmente no me lo esperaba”, ha dicho en conversación con Vida Nueva y agregó que “no lo hicimos pensando con ninguna pretensión de hacerlo viral ni ser famosas” más bien “es como ir descubriendo que el Señor va haciendo su obra y yo realmente lo siento como una voz de que nos dice aprovechen estos medios”.
El poder evangelizador de las redes
Juana Valentina es de esa generación a la que el papa Francisco ha pedido hacer lío, incluso no es ella sola. En su comunidad Santa Teresita, fundada Miguel Ángel Builes (1888-1971), obispo de Santa Rosa de Osos durante 43 años, un grupo de jóvenes religiosas se han propuesto por estas plataformas despertar futuras vocaciones y, por supuesto, llevar un mensaje de paz y bien a la juventud que hoy transita en estos espacios de virtualidad.
“Nos hemos dado cuenta que como religiosas podemos evangelizar por estos medios, ya que es algo en lo que la gente hoy en día dedica muchas horas y que pudieran ver algo que les interese a nivel espiritual y sea de mucho beneficio para ellos”, señala la hermana.
En efecto, Juana y su equipo de compañeras Teresitas conocen al dedillo el poder de las redes. Está convencida de que si Jesús y sus discípulos estuvieran en esta época no hubieran dudado para usar las redes sociales, porque “pienso que todas estas cosas nos sirven para algo bueno y depende de cómo la sepamos utilizar”.
Acercarse a los alejados
Cada vídeo de Tik Tok es preparado con la precisión del relojero: Primero seleccionan la información, la procesan. Además de lip sync, tienen un repertorio de canciones, representaciones, chistes, todo claro está en un tono jocundo y dedicado al tema de la fe.
“Nosotras hemos visto muy buena respuesta, a la gente le ha gustado, es bonito nos dicen”, apostilla la hermana Juana. Además le impresiona cómo diversas congregaciones alrededor del mundo, laicos, sacerdotes y jóvenes pueden desde diferentes lugares unirse en oración, escuchan juntos catequesis y comparten diversos carismas, los une una misma causa: anunciar la buena nueva.
Inclusive estas nuevas realidades de la Iglesia –comenta– permiten acercarse “a aquellos que de pronto no puedan o no quieren ir a un templo” y de pronto “por estas redes sociales pueden cambiar de opinión y acercarse nuevamente a Dios”. Un alma ganada sin duda.
Perder el miedo
En Colombia hay una generación de religiosas, sacerdotes y laicos que han entendido que la Iglesia en salida también está en la redes, por ello Juana Valentina es partidaria de que “sigamos evangelizando por estos medios tecnológicos, somos muchos los que queremos” porque “cuando nos unimos somos más fuertes y somos una sola Iglesia”.
Aconseja a quienes desean hacer lo mismo en redes “perder el miedo”, pues “muchas veces tenemos en nuestra mente barreras. Piensen en la voz de aliento y respuesta que muchas personas esperan de nosotros”.
“Me siento muy contenta de los comentarios que he recibido. La gente valora nuestra presencia. Eso sí no perdamos nunca la esencia de religiosos y consagrados: anunciar lo que es la Iglesia y lo que Dios quiere para todos nosotros”, finalizó.
