Los obispos de Estados Unidos exigen a Trump que dé marcha atrás en su política migratoria de los ‘dreamers’

Tras los rebrotes de racismo en Estados Unidos, siguen los problemas para la Administración Trump. El Tribunal Supremo ha decidido que se implante de nuevo el programa de Acción Diferida para la Llegada de Niños (DACA) –que con unas condiciones no debían temer por la deportación, los llamados ‘dreamers’– que ha impulsado el dirigente republicano. El presidente de la Conferencia Episcopal (USCCB) y el Comité de Migración de la institución han alabado la decisión y han instado al presidente a retomar el programa.

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Un futuro para los jóvenes

“El programa DACA se puso en marcha en 2012 y ha permitido que aproximadamente 800.000 jóvenes, que pagaron una cuota y se sometieron a una verificación de antecedentes, tengan la oportunidad de trabajar legalmente, acceder a oportunidades educativas y no teman ser deportados”, señala la Conferencia Episcopal en su comunicado. Para el arzobispo José H. Gómez, presidente de la USCCB, y para el obispo Mario E. Dorsonville, presidente del Comité de Migración, la decisión del tribunal muestra que “la Administración Trump no siguió los procedimientos administrativos adecuados necesarios para derogar el programa DACA”.

“En primer lugar, a los jóvenes de DACA, a través de la decisión de hoy y más allá, seguiremos acompañándoos a vosotros y a vuestras familias. Sois una parte vital de nuestra Iglesia y nuestra comunidad de fe. Estamos con vosotros”, ratifican. Por ello, piden a Trump que “reconsidere con firmeza la terminación de DACA” ya que “las comunidades de inmigrantes están realmente sufriendo ahora en medio de la COVID-19 y seguir adelante con esta acción coloca innecesariamente a muchas familias en una mayor ansiedad y caos. En tiempos de incertidumbre, recordemos las enseñanzas del Evangelio que nos animan a ser abiertos y receptivos a los necesitados”.

“Animamos a nuestros senadores a que aprueben inmediatamente una legislación que proporcione un camino a la ciudadanía para los ‘dreamers’. La protección legislativa permanente que supera el partidismo y pone la dignidad humana y el futuro de los Soñadores en primer lugar es muy necesaria”, concluyen.