El fin del estado de alarma ha traído consigo toma de decisiones por parte de las diócesis para adaptarse de alguna manera a la llamada ‘nueva normalidad’, dando marcha atrás a algunas de las medidas adoptadas durante toda la cuarentena en el ámbito litúrgico y celebrativo. Algunos obispos han dado ya un paso al frente y ayer mismo daban por concluida la dispensa del precepto dominical. “Se invita a los fieles a acudir a los templos para participar en la liturgia de la Iglesia de modo ordinario”, se apunta en las disposiciones decretadas por el obispo de Soria, Abilio Martínez, que recoge hasta el más mínimo detalle, desde las visitas turísticas a los templos al saludo de la paz en la misa, pasando por la limpieza de los ornamentos litúrgicos.
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Entre las medidas genéricas, insta a los párrocos a ampliar el número de misas “donde sea necesario y posible” con el fin de “descongestionar los templos”. De la misma manera, también se plantea la posibilidad de reiniciar el culto en las residencia “en coordinación con la dirección de los centros”. Sin embargo, el prelado ha optado por no retomar las actividades catequéticas y formativas hasta el próximo curso y deja la puerta abierta a los campamentos y convivencias, “desde la prudencia y la seguridad que determinen las autoridades de Castilla y León”.
Situación sanitaria de riesgo
Con las fiestas patronales a la vuelta de la esquina, sobre las procesiones y demás actos en atrios y vías públicas, el obispo da luz verde siempre cuando se tenga el correspondiente autorización de los ayuntamientos, pero solo “con carácter excepcional” como respuesta a “una tradición muy arraigada”. “No olvidemos que continuamos en una situación sanitaria de riesgo y que las fiestas populares han sido suspendidas en la provincia por ese motivo”, subraya la diócesis soriana.
Se enmarca dentro del decreto de nueva normalidad que sitúa el aforo en el 75 por ciento de la capacidad de los templos y con la preceptiva distancia social de, al menos, 1,5 metros. “Si esto no resulta posible, será obligatorio el uso de mascarilla”, matiza el obispo castellanoleonés que apostilla en sus disposiciones la posibilidad de no llevarla puesta durante la celebración “si no se completa el aforo” en la “celebraciones de diario”: “Las personas durante la celebración podrán estar sin la mascarilla, pero no para entrar, salir y cualquier movimiento en el templo en los que deberán ponérsela”.
Uso de mascarilla
Eso sí, especifica que “será obligatorio el uso de mascarilla en la entrada y salida del templo, en los desplazamientos en su interior y en el caso de que no se salve la distancia de seguridad de 1.5 metros en el banco de la iglesia en donde uno esté sentado”.
Además, se subraya la necesidad de “extremar las medidas de higiene” con el uso de gel hidroalcohólico, “especialmente en el momento de la comunión” que nunca se dará bajo las dos especies. El obispo de Soria también llama a los sacerdotes a limitar “el menor tiempo posible la duración de los encuentros y actos litúrgicos”, evitar las concelebraciones, prescindir de los monaguillos y del beso al altar y el leccionario.
De igual manera que la desescalada ha sido asimétrica en lo regional, este nuevo protocolo de actuación eclesial está en manos de cada obispado, dado que la Conferencia Episcopal, en principio, ha declinado elaborar un documento común como sucedió en marzo para el confinamiento o recientemente con las indicaciones generales para la desescalada.
Puertas abiertas
Sin embargo, mientras dure la pandemia sin vacuna ni tratamiento, se mantendrán algunas de estas medidas, al menos, en Soria. Por ejemplo, entre las disposiciones generales se detalla que las pilas de agua bendita continuarán vacías y las puertas de la iglesia se mantendrán abiertas para evitar tocar los pomos. Además, “se ventilará el templo y el resto de dependencias parroquiales”, además de desinfectar diariamente los espacios y objetos dedicados al culto, contar con un felpudo desinfectante a la entrada, gel hidroalcohólico, así como evitar tumultos a la entrada y la salida.
Vuelve el cepillo en la colecta y los coros a las misas sorianas, pero, a cuatro metros de los asistentes, manteniendo la distancia social entre ellos. También se levanta en Soria la prohibición del saludo de la paz y simplemente se apunta que “se podrá prescindir”. En cambio, el diálogo de la comunión (‘El Cuerpo de Cristo’. ‘Amén’) seguirá siendo colectivo.
Distancia social
A estas indicaciones generales, se unen otras recomendaciones, como la distancia social durante el sacramento de la reconciliación, el uso de bastoncillo para la unción de los enfermos, no reutilizar el agua en los bautizos y que solo los contrayentes toquen los anillos en las bodas.
En relación a los funerales, el obispo de Soria hace especial hincapié en dos aspectos. Por un lado, se insta a “evitar los gestos de afecto que implican el contacto personal” y, por otro, se le pide al sacerdote que las exequias sean vividas como “una exquisita contribución para ayudar a las familias a completar el duelo”.
El completo manual elaborado por el equipo de Abilio Martínez también recoge un protocolo para las visitas turísticas, con “un máximo de 25 personas incluido el monitor o guía”.