El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, se ha reunido este mediodía en Moncloa con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Ambos, encargados de pilotar las relaciones Iglesia-Estado, han acordado establecer “una agenda amplia de trabajo para avanzar en un modelo que permita la colaboración y la resolución de las posibles discrepancias que pudieran plantearse y se han designado a las personas encargadas de ello”.
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El Ejecutivo de Pedro Sánchez y el Episcopado tratarán durante esta legislatura asuntos como la fiscalidad de la Iglesia, la protección de menores, las inmatriculaciones o la reforma educativa. Del mismo modo, según ha informado la CEE a través de un comunicado, “se pretende revitalizar los trabajos de la Comisión Mixta, prevista en los Acuerdos con la Santa Sede, como un espacio de trabajo y diálogo institucional que permita actualizar las relaciones entre la Iglesia y el Estado a los momentos en los que vivimos”.
Se trata del primer encuentro entre ambos, tras la elección del arzobispo de Barcelona el pasado marzo. La vicepresidenta se había reunido con el anterior presidente, el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, con motivo de su despedida, tras seis años al frente de los obispos. En esa ocasión, le manifestó su interés por reunirse con el nuevo presidente.
“Buena disposición”
Durante la reunión, enmarcada en las normales relaciones entre la Iglesia y el Estado español, se ha visibilizado “la buena disposición de ambos interlocutores que han abordado sin restricciones cuestiones de interés mutuo”, según apunta el mismo comunicado.
En el marco de las relaciones con la Iglesia, Calvo también mantuvo un encuentro de bienvenida con el nuevo nuncio en España, Bernardito Auza, el pasado enero, cuando, según los obispos, “se constató la fluidez de las relaciones entre España y la Santa Sede”.
Esta cita forma parte de la ronda de contactos que inicia la vicepresidenta con los representantes de las principales confesiones religiosas de notorio arraigo en España, tras asumir su vicepresidencia la Memoria Democrática, pata de la que dependen las políticas destinadas al ejercicio del derecho a la libertad religiosa y la relación con todas las confesiones presentes en la sociedad española.