El arzobispo de Oaxaca tras el sismo de 7.5: “Que Dios tenga misericordia de nosotros”

Este martes 23 de junio, a las 10:29 horas, se registró en México un nuevo sismo de magnitud 7.5, con epicentro en la localidad de Crucecitas, ubicada en el municipio de Santa María Huatulco, Oaxaca.

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Si bien el movimiento telúrico se sintió en Puebla, Guerrero, Veracruz, Chiapas y la Ciudad de México, fue Oaxaca el estado que registró los mayores daños; hasta el momento se sabe que cinco personas fallecieron y dos resultaron heridas en esa entidad.

Dios nos protege

Minutos después de registrarse el sismo, el arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, grabó un videomensaje para los fieles del estado, en el que recordó que los sismos son algo muy común en Oaxaca, aunque difícilmente la gente se acostumbra a vivir y a experimentar lo que se siente que la tierra se mueva.

“Nos vemos muy débiles, muy frágiles, ante esta reacción de la naturaleza, ante esta experiencia del temblor, y nos llenamos de miedo, de temor, de angustia, cuando está sucediendo. Y nosotros que tenemos fe, solemos acordarnos de Dios y pedir su protección, su auxilio, su gracia y su bendición”, dijo.

El arzobispo alentó a los fieles a entender que este tipo de sucesos son parte de la vida del pueblo oaxaqueño, y “Dios nos seguirá cuidando y protegiendo” –dijo–; sin embargo, “aquí tenemos que aprender muchas cosas también: cuidemos nuestros espacios, cuidemos nuestros edificios, nuestras casas, qué importante darles mantenimiento para que resistan a estos temblores, qué importante es ser cuidadosos en ello”.

No obstante, aseguró que más importante que lo anterior, es que las personas estén preparadas; porque, “como dice el Señor: en el momento que menos lo esperamos, viene a llamarnos, no sabemos ni cómo ni cuándo, y esto nos ha recordado a nosotros lo frágil y lo débil que somos”.

Que Dios cuide nuestro Oaxaca –concluyó– y nos siga sosteniendo, nos siga animando, y que podamos ayudar a toda persona que sufre ante estos acontecimientos “a tranquilizarse, a llenarse de esperanza y a salir adelante, como lo hemos estado haciendo también en favor de todos nuestros hermanos que sufren de la pandemia. Que Dios tenga misericordia de todos nosotros”.