“Jóvenes campesinos, hacia una participación responsable y sustentable” es un proyecto que centra su atención en las cuestiones del medio ambiente. Para ello, se organizan talleres y se arman huertas agroecológicas con la intención de que se extienda a cada hogar.
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La iniciativa se viene trabajando desde el año 2018, con el deseo de hacer realidad que la tierra se convierta en la “casa común”. El primer objetivo planteado para iniciar esta propuesta de impacto integral es el compromiso ambiental de los jóvenes. Con el aporte de los salesianos de Suiza, se han podido desarrollar muchas iniciativas para cumplir con esa meta principal.
Acciones concretas
Tomando como base la encíclica ‘Laudato ‘si’’, en la que el papa Francisco insiste en la necesidad de formarse en conductas que conforman un estilo de vida, se fueron programando múltiples acciones para que los mismos jóvenes los lideren.
Son los mismos jóvenes los protagonistas de este cambio ambiental que logra un impacto en la sociedad. Desde el año pasado, en el mismo oratorio, trabajan en la instalación de la huerta agroecológica, con un sistema de separación de residuos y reciclaje.
Por la actual crisis sanitaria, algunas actitividades se encuentran suspendidas. Pero ya se desarrollaron talleres formativos en la temática ambiental, enmarcados en el programa pro-huerta: bosque nativo y vivero forestal, bosque nativo y manejo forestal, huerta agroecológica, educación y gestión ambiental.
Bárbara Villalba y Nancy Campos se encuentran trabajando en el mantenimiento de la huerta y el acopio de residuos sólidos diferenciados. La idea es acercar a las familias un “programa virtual ambiental”, con el objetivo de que los chicos puedan hacer su propia huerta en las casas. Esta propuesta tendrá un impacto positivo para la asistencia alimentaria y para el consumo responsable y saludable del grupo familiar.
Estas auxiliares ambientales están gestionando –según las disposiciones oficiales– el tema de las semillas y los permisos, de acuerdo a las condiciones climáticas locales de los lugares en donde vive cada joven que emprenderá esta actividad agropecuaria.
Hoy, cuando el medio ambiente constituye una preocupación para muchos sectores y más que nunca necesita de nuestro cuidado, la comunidad de la Casa Oratorio comienza a repensar este proyecto para hacerlo expansivo a todas las familias.
Fuente: ANS