Ocurrió hace más de un año, el 11 de abril de 2019. Entonces, el papa Francisco convocó en Roma a los líderes políticos y religiosos de Sudán del Sur para tratar de que salieran del encuentro de oración con el compromiso de llegar a un acuerdo y que se cerrara la dramática guerra civil que devasta a una población ya de por sí siempre golpeada. En un impactante gesto de súplica, Bergoglio se arrodilló y besó los pies de todos ellos. Y lo consiguió: los presentes se comprometieron con la paz y con el establecimiento de un Gobierno de unidad nacional.
Lo que tuvo su contexto ha derivado en las últimas horas en una fake new. Y es que, interesadamente, se ha viralizado para hacer ver que el Papa se ha sumado estos días al gesto de líderes internacionales como el del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y se ha arrodillado ante líderes de la comunidad negra para apoyar al movimiento Black Lives Matter, impulsado tras el asesinato de George Gloyd por unos policías en Estados Unidos.
Entre los principales difusores de la noticia ha estado Juan Carlos Girauta (uno de los fundadores de Ciudadanos y que ha abandonado recientemente el partido). Tras colgarlo en su cuenta de Twitter, cientos de comentarios se han cebado en sus ataques al Papa (el escritor Alfonso Ussía lo ha tachado de “deleznable”). Unos pocos le han hecho ver que el vídeo es de hace más de un año, a lo que Girauta se ha limitado a responder con una cita de Benedicto XVI en la que, en 2008, este explicó que “los cristianos solo nos arrodillamos ante Dios, ante el Santísimo Sacramento”. Otro ejemplo de que el contexto importa y de que una verdad deja de serlo si se la retuerce hasta darle otro sentido.