El pasado domingo 21 de junio, la Conferencia Episcopal Salvadoreña cerró filas en torno al cardenal Gregorio Rosa Chávez, luego de haber sufrido agresiones en las redes sociales, pues se le acusa de estar en desacuerdo con el manejo que el presidente Nayib Armando Bukele ha dado a la crisis que se vive en ese país centroamericano como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Los obispos salvadoreños calificaron de “injustas e inaceptables” las críticas a Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, quien en entrevista exclusiva para Vida Nueva, asegura que todo ha sido un “montaje mal intencionado y calumnioso”, producto de una campaña contra él.
El cardenal Rosa Chávez considera que el mal entendido pudo haberse generado a partir de una reunión que sostuvo con diputados de la Asamblea Legislativa y representantes de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), a principios de este mes.
Explica que acudió a dicha reunión exploratoria porque, a través de una carta –dirigida a la Presidencia y al Legislativo de El Salvador– se le solicitaba a él, como representante de la Iglesia Católica, su mediación entre ambos poderes frente a la crisis que se vive por la pandemia, que hasta el momento ha dejado 126 muertes en esa nación.
El cardenal llegó puntual a la cita, y en ese momento se le informó que el gobierno había retirado a sus delegados. Posteriormente lo invitaron a pasar a la sala de reuniones de los diputados para brindarle un informe de lo que ellos estaban haciendo en torno a la crisis. Después de unas horas se retiró al ver que no había ninguna señal de voluntad para alcanzar el diálogo entre ambas partes.
“Eso fue todo –explica–. En conclusión, hay una maliciosa tergiversación de lo que pasó con aquella visita. Yo fui invitado para hablar de una posible mediación”.
El cardenal Rosa Chávez señaló que ha hecho muchos esfuerzos por aclarar esto a la “gente de buena voluntad, que está confundida, desconcertada o decepcionada”.
Asegura estar dispuesto, si fuera necesario, a dar una explicación mucho más detallada de lo que ocurrió, con papeles en mano, “pero por el momento quería dar esta explicación para quienes buscan la verdad con toda sinceridad”.
“Dios conoce mi corazón, y el pueblo también me conoce. Sigamos orando para que llegue la paz al país, y seamos un país realmente reconciliado”.
Finalmente, sobre la forma de gobernar del presidente Nayib Armando Bukele –quien lleva sólo un año al frente del gobierno salvadoreño– Rosa Chávez se limitó a decir que, al igual que monseñor Óscar Romero, él busca de ver la realidad desde la fe y desde la Iglesia, aunque –dijo– “desde luego, con menos santidad que él”.