Se trata de Jorge Javier Quispe Condori, de 39 años, que según la Prelatura Santiago Apóstol de Huancané, en la provincia eclesiástica de Arequipa (Perú), falleció el pasado 22 de junio en el hospital Manuel Núñez Butrón en la ciudad de Puno.
El obispo de esta jurisdicción, Giovanni Cefai, ha pedido en un comunicado “a todo el presbiterio ofrecer una misa por el descanso eterno” del joven sacerdote, quien había sido nombrado recientemente párroco y “era un buen ejemplo de celo pastoral” por lo que “estoy seguro que de esta muerte el Señor va a hacer surgir muchas vocaciones”.
El prelado también añadió que el sacerdote presentaba algunos problemas de salud y que posteriormente se contagió de Covid-19 lo cual complicó su estado. Quispe se convierte en el segundo sacerdote fallecido por esta enfermedad. Guillermo Ramírez Livia, párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro del Cercado de Lima, fue el primero en el Perú
El sacerdote fue secretario ejecutivo de Cáritas Juli durante seis años donde impulsó importantes proyectos sociales, por lo que Fernando Samaniego, antiguo vicario general de la prelatura de Juli –hoy vicario episcopal de Yauyos– ha destacado en un emotivo mensaje, en su cuenta de Facebook, una reseña del trabajo pastoral y presbiteral del padre Jorge.
“En el Seminario Mayor se notaba su afán apostólico. Durante varios años fue encargado del apostolado. Realizó muchas jornadas en varios colegios, que en ese entonces llamábamos zona norte, centro y sur de la Prelatura de Juli”, expresó.
Además el vicario ha resaltado el trabajo con los jóvenes a través de las escuelas: “Era un hombre muy servicial. Ayudó a la Oficina de Educación Católica (ODEC) Juli, intensamente, en el poco tiempo disponible que tenía” y “ayudó a defender y mantener las plazas de religión; e incluso ayudó grandemente a conseguir muchas plazas nuevas de educación religiosas en los colegios públicos de la jurisdicción”.
Foto: Cáritas Perú