Este verano será diferente para todos. Sin embargo, las previsiones apuntan a que alrededor de 10.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes se sumarán a las actividades del “verano en positivo” de los centros juveniles de Salesianos e Hijas de María Auxiliadora. Unas iniciativas que, además, serán posibles gracias a la colaboración de 1.500 voluntarios que dedican su tiempo al servicio de los demás.
Desde las delegaciones de pastoral de las inspectorías salesianas y la Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España han querido actuar “con prudencia”, y por ello y se ha decidido suspender actividades como campamentos o salidas, animando a que la actividad ordinaria de acompañamiento y ocio se “reinvente y reoriente hacia lo local”.
Reinventarse en el sentido de adaptarse a las actuales necesidades de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y su entorno, y apostando por hablar de un distanciamiento físico y no social, por el tiempo libre como ámbito educativo, y por actividades sin pernocta ni desplazamiento. Asimismo, defienden que es el momento de poner el foco en lo local, actuando en los barrios y pueblos, dando soluciones adaptadas y teniendo el centro juvenil como punto de referencia.
Por este motivo, la propuesta de la Confederación pasa por adaptar, rediseñar e innovar en sus actividades, haciendo compatible la realidad de la infancia y la juventud con las medidas sanitarias e higiénicas establecidas. En este contexto, lanzan la campaña #VeranoEnPositivo, cuyo objetivo es visibilizar todas las actividades que están realizando en los centros juveniles, así como facilitar recursos para un ocio saludable y ecológico, transmitir a las familias y destinatarios un mensaje de calma y confianza en las actividades que se realicen en verano y motivar a los centros juveniles a que no detengan su actividad.
“La apuesta de los Centros Juveniles Salesianos es la de no quedarse quietos, trabajando en lo local, desde la responsabilidad, poniendo siempre en el centro a la persona y sus necesidades, atendiendo de manera especial a los jóvenes en riesgo de exclusión”, explica la organización. Por ello, asumen las limitaciones marcadas por las diversas normativas no para decretar el cierre de las actividades, sino para hacer que estas sean para la juventud una experiencia positiva, un año más.
De esta manera, los Centros Juveniles que han anulado sus campamentos han lanzado ofertas con un calendario más amplio y actividades de ocio junto unidas a tiempos de refuerzo educativo. “Deportes y juegos en el patio, talleres en movimiento, pero también creativos y de manualidades, momentos de estudio y reflexión, tiempo de películas… Todo planificado con el objetivo de garantizar la seguridad, proteger la salud, siguiendo las recomendaciones de los organismos oficiales”, se puede leer en las diversas propuestas.
“Vamos a acentuar las medidas de protección de la salud e higiene de los participantes en las actividades de verano respetando y cumpliendo las condiciones y obligaciones higiénico-sanitarias vigentes. Para ello, primaremos nuevas rutinas y medidas de seguridad suficientes, realistas, ajustadas, y creamos protocolos adaptados con pautas claras y sencillas para cumplimiento de todos los participantes”, ha explicado la Federación de Centros Juveniles Don Bosco de Galicia en el manifiesto de presentación de sus actividades. Una de las medidas, en este sentido, ha sido ofrecer una formación específica sobre temas de salud e higiene a más de 150 animadores que atenderán a los más pequeños en las casas salesianas.
Como parte de su responsabilidad e identidad, la Confederación Don Bosco de Centros Juveniles seguirá atendiendo a la infancia y a la juventud pese a los retos y dificultades que esta pandemia está planteando, y confía en convertirlos en una oportunidad para promocionar, atender y acompañar al joven, con la convicción de que las necesidades generadas por la situación actual hacen que la labor de educadores, voluntarios, Salesianos y Salesianas sea imprescindible.