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De Juan Pablo II a Francisco: las 7 diferencias entre el Directorio para la Catequesis de 1997 y el de 2020





Este jueves, 25 de junio, se ha presentado el nuevo Directorio para la Catequesis. Es el tercero de la historia, después de que el Vaticano II pidiese la redacción de un ‘Directorio sobre la formación catequética del pueblo cristiano’. Pasa el tiempo y evolucionan los enfoques de esta actividad fundamental en la misión de la Iglesia. Vida Nueva repasa las 7 diferencias entre el nuevo documento y el Directorio General para la Catequesis, al que Juan Pablo II dio luz verde en 1997.



1. Cambio en la autoría

Aunque en la presentación se señala la continuidad de los tres directorios que han visto la luz en las últimas décadas, las diferencias comienzan desde el principio, comenzando por los autores. Aunque aprobados por los respectivos papas –Juan Pablo II y Francisco–, el directorio de 1997 es una obra de la la Congregación para el clero y el nuevo ha sido elaborado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Y es que la competencia sobre la catequesis fue transferida al nuevo organismo en 2013.

2. Pérdida del apellido

El documento ha ido elaborando en sus nombres, con los matices que esto tiene. El primero se llamó Directorio catequístico general. Con Juan Pablo II, al elegir el nombre de Directorio General para la Catequesis pasaba de ser sustantivo a ser adjetivo la cuestión de la catequesis. Ahora, con el Directorio para la Catequesis se mantiene el sustantivo pero se limpia el título para que sea más directo.

3. Diferencia en los antecedentes inmediatos

Tras la evolución del primer directorio, la catequesis y su importancia vivió un impulso decisivo en 1977 con la dedicación del cuarto sínodo ordinario a la cuestión. Fue el último convocado por Pablo VI y Juan Pablo II elaboró la exhortación apostólica ‘Catechesi tradendae’, un documento de referencia que ha marcado toda la acción catequética durante estas décadas. El proceso de puesta en práctica de la exhortación derivó finalmente en el directorio de 1997. Con Francisco, otro sínodo, el de 2012 –el último de Benedicto XVI–, dedicado a ‘La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana’ fue el impulso de la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’. Esta se ha convertido, en lo que a misión de la Iglesia se refiere, en una auténtica hoja de ruta.

4. Diferentes pontificados

Las reflexiones y conclusiones de los Padres Sinodales en 1977 y en 2013 entraron en dos pontificados que han marcado con sus prioridades en enfoque de la Iglesia para desarrollar la evangelización en cada contexto histórico. El enfoque de la nueva evangelización de Juan Pablo II ha sido redefinido desde los parámetros actuales desde los que vive en mundo y la Iglesia dentro de él. El Vaticano II supone un impulso y apuesta por la inaplazable urgencia por la formación –intelectual y experiencial– de los fieles, por ello la acción catequética debe evolucionar en formas, métodos, alcance y perspectivas.

5. Los plazos de los nuevos paradigmas

Los tiempos cambian y eso se nota en cuestiones tan básicas como que el nuevo directorio ofrece un punto dedicado a internet y las redes sociales y sus oportunidades comunicativas. En el contexto actual también está presente la mentalidad científica, la sensibilidad ante determinadas cuestiones que afectan a la bioética o a la integridad de la persona, el compromiso ecológico, la opción por los pobres, el compromiso social o el ambiente de trabajo. El desarrollo de la fe, a través de la formación cristiana, debe llevar al compromiso, a la construcción del Reino. En el directorio de 1997, se mostraban como elementos positivos propios del mundo el compromiso a favor de los Derechos Humanos, la diversidad cultural o los signos de rebrote de vuelta a lo sagrado.

6. Nuevos objetivos

La catequesis en 1997, según el texto, había vivido un gran desarrollo gracias a la implicación entusiasta de muchos agentes de pastoral, el enfoque más misionero de la acción, el desarrollo de las catequesis de adultos y la reflexión teológica al respecto. Entre los problemas estaban la reducción del alcance, la finalidad y el contenido. Y es que la catequesis es algo más que los catecismos. El directorio actual presenta estas cinco tareas clásicas de la catequesis: llevar al conocimiento de la fe, iniciar en la celebración del Misterio, formar en la vida en Cristo, enseñar a orar e introducir a la vida comunitaria.

7. Estructura renovada

El actual directorio se divide en tres partes. La primera parte, “La catequesis en la Misión Evangelizadora de la Iglesia”, plantea los cimientos de todo el camino de la fe. “En esta primera parte, además de actualizar las cuestiones de fondo, es importante señalar el capítulo sobre la formación que indica importantes perspectivas en orden a la renovación de la catequesis”, se lee en la inducción. La segunda parte, “El proceso de la catequesis”, “entra ya en lo propio de la dinámica catequética”: pedagogía, el Catecismo de la Iglesia, la metodología, los interlocutores… “La tercera parte (La catequesis en las Iglesias particulares) muestra cómo el ministerio de la Palabra de Dios toma cuerpo en lo concreto de la vida eclesial”.

En 1997, el grupo de trabajo del Directorio mantuvo la estructura del Directorio de Pablo VI, aunque se cambió el orden de las partes. La parte I pasó a ser la introducción (El anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo). La parte II pasó a la I  (La Catequesis en la misión evangelizadora de la Iglesia); la III a la II (El mensaje evangélico), dedicada a los contenidos de la catequesis; la IV a la III (La pedagogía de la fe), con un largo desarrollo de La pedagogía de Dios; la V pasó a la IV (Los destinatarios de la Catequesis); y la VI a la V, sobre La Catequesis en la Iglesia particular.

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