“Si a usted le merece respeto la opinión de un sacerdote católico, le quiero decir lo siguiente: yo le puedo dar testimonio de que hay una gran cantidad de personas que están muriendo, una tras otra”, aseguró a través de un video mensaje el sacerdote Roberto Funes Díaz, capellán Covid de la Arquidiócesis de México.
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El religioso de la congregación de los Cruzados de Cristo Rey, envió este domingo un fuerte mensaje a través de sus redes sociales, a quienes aún minimizan el poder destructor de la pandemia de Covid-19.
Junto con otros dos sacerdotes de la Arquidiócesis de México, a cargo del cardenal Carlos Aguiar Retes, el sacerdote Funes Díaz atiende espiritualmente a los enfermos en las Zonas Covid de algunos hospitales de la capital del país.
“Yo, en el hospital, he atendido a cientos y cientos de personas, de las cuales una gran cantidad han fallecido. Nueve de cada diez personas intubadas, fallecen”, dijo.
La situación se agrava
El sacerdote lamentó que mientras que el número de contagios y fallecimientos ha ido creciendo gravemente en las últimas semanas, “muchas personas aún no creen que exista esta enfermedad y que sea tan grave”.
Aseguró que aunque pudiera haber un mal manejo de cifras, el número de difuntos es difícil de ocultar, y hay más de 25 mil fallecidos en el país. “Les quiero comentar que la cantidad de difuntos por esta causa es imposible de ocultar”, añadió.
Atentar contra la vida
Funes Díaz exhortó a los fieles no sólo a tener una actitud de comprensión y de fe ante la situación que se está viviendo en el país, sino, sobre todo, a evitar “el tonto comentario de: ‘si me iba a tocar, ya me tocó’”.
“Eso es un error, un engaño –dijo– y atenta contra el quinto mandamiento, a través del cual Dios nos manda cuidar nuestra salud. Y si yo descuido mi salud, estoy pecando. Hemos de tener todos los cuidados que los médicos y las autoridades sanitarias nos piden”.
Al referirse a los católicos que aseguran que cuidarse es desconfiar de Dios, señaló: “Todo lo contrario, hemos de hacerlo, y hemos de cuidar nuestra vida porque es un don que Dios nos dio, y es el camino por el cual muchos descubrirán las bendiciones que Dios nos ha dado”.
Un llamado a la oración
El sacerdote destacó también la importancia de orar. “Estamos en un tiempo en el que todo está cambiando; no podemos dedicar el tiempo a divertirnos, la vida no es para divertirse, sino para darla, para llegar a la otra vida”.
“Ojalá que con estas palabras puedan llegar a una mayor conciencia de lo que está ocurriendo, y que también hagan mucha más oración”, concluyó su mensaje.