Los religiosos y religiosas del mundo, a una sola voz: “Cuidémonos los unos a los otros como cuida de nosotros el Dios salvador”

Después de la reunión de los consejos ejecutivos de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) y de la Unión de Superiores Generales (USG), que tuvo lugar el pasado 25 de mayo, ambos organismos se han unido para publicar un comunicado bajo el título ‘Cuidémonos los unos a los otros Como Cuida de nosotros el Dios Salvador’.

• LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

“Hemos sentido la necesidad de compartir con ustedes nuestras preocupaciones, incertezas y experiencias, de manifestar nuestra comunión y ofrecer sugerencias para el discernimiento en este tiempo de gran sufrimiento para toda la humanidad”, apuntan.

Y es que, debido a la difícil situación que actualmente atraviesa el mundo entero, los religiosos y religiosas acusan la “necesidad del discernimiento”, ya que “las condiciones que nos rodean perturban nuestra paz y serenidad, y ante eso no tenemos recetas preparadas”. Sin embargo, matizan que en todo esto “hemos oído la voz del señor que nos decía: ‘¡Ánimo! ¡te envío a recorrer los caminos de este mundo que amo!'”.

“En este momento que estamos viviendo, nos sentimos inspirados por el encuentro de Jesús con los dos discípulos que, incapaces de interpretar todo lo sucedido en Jerusalén, retoman, desilusionados y sin esperanza, el camino hacia Emaús”, continúan. Y es que, como entonces, “Jesús viene a nuestro encuentro y camina a nuestro lado, también cuando no somos capaces de reconocerlo”.

Significado del nuevo camino

“Jesús, como hizo con los discípulos de emaús, nos escucha pacientemente. escucha nuestras conversaciones cuando nos interrogamos sobre el sentido de lo que sucede y sobre el cambio que, junto a la humanidad, estamos invitados a realizar a partir de la experiencia vivida”, aseveran los religiosos y religiosas.

Si bien manifiestan que son “conscientes de que la crisis provocada por la pandemia no es la causa de la crisis de la vida religiosa, de las crisis políticas, económicas o de la iglesia”, sí reconocen que “ejerce una fuerza catalizadora en los procesos de crisis ya en curso, y que ahora parecen haberse acelerado con renovado vigor”.

Por todo ello, la UISG y la USG han querido manifestar su  “cercanía fraterna a todos aquellos que en este período de pandemia han sufrido más directamente y han perdido miembros de sus institutos, familias y colaboradores”. “Estamos cerca de las comunidades que con esfuerzo afrontan el luto, la convalecencia y los problemas económicos que la pandemia ha generado”, aseveran, animando a caminar unidos, como “el papa Francisco ha pedido muchas veces en estas semanas”, ya que esta es la única manera de “hacer frente a las dificultades de esta situación y aprovechar este momento histórico para dar un significado nuevo a este giro que el camino de la humanidad está tomando”.