La Oficina de prensa del Vaticano ha informado que el pasado 30 de junio, el Secretario de Estado, Pietro Parolin, se reunió con los embajadores de los Estados Unidos y del Israel “para expresar la preocupación de la Santa Sede por las posibles acciones unilaterales que podrían poner en peligro aún más la búsqueda de la paz entre israelíes y palestinos y la delicada situación en el Oriente Medio”.
Esta declaración se produce después de que todas las Iglesias cristianas hayan rechazado las pretensiones expansionistas del Estado de Israel que parece no estar dispuesto a aceptar las resoluciones de Naciones Unidas al respecto. La postura del Vaticano no es nueva, como se lee en la declaración del portavoz Matteo Bruni, ya “el 20 de noviembre de 2019 y el 20 de mayo de 2020, la Santa Sede reiteró que el Estado de Israel y el Estado de Palestina tienen derecho a existir y a vivir en paz y seguridad, dentro de fronteras internacionalmente reconocidas”.
Por ello, prosigue la declaración, el Vaticano “hace un llamamiento a las partes para que se esfuercen por reabrir la vía de la negociación directa, sobre la base de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, facilitada por medidas que sirvan para restablecer la confianza mutua y tengan ‘el valor de decir sí a la reunión y no a la confrontación; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a las hostilidades; sí al respeto de los pactos y no a la provocación; sí a la sinceridad y no a la duplicidad’”. La cita hace referencia a la intervención del papa Francisco en la Invocación por la paz en Tierra Santa celebrada en los Jardines Vaticanos el 8 de junio de 2014.