La Arquidiócesis de México toma medidas para que las imágenes no se conviertan en foco de contagio de Covid-19

La Arquidiócesis de México toma medidas para que las imágenes no se conviertan en foco de

Aunque el semáforo epidemiológico en la Ciudad de México ya cambió a color naranja, las autoridades no han dado instrucciones para el regreso gradual a las actividades pastorales o litúrgicas en los templos; sin embargo, la Iglesia en la capital del país comenzó a prepararse.



La Arquidiócesis Primada de México, en particular, publicó desde el 3 de junio sus Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles, y ahora sus Recomendaciones e instrucciones sobre la desinfección de las iglesias, para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas.

Este último documento, firmado por el obispo auxiliar de México, Carlos Enrique Samaniego López, busca dar una respuesta a algunas inquietudes que han surgido ante la reapertura de las iglesias, para el cuidado integral de los fieles, pero también de los bienes muebles.

Imágenes, posibles focos de infección

Dado que en México es muy común que los fieles toquen o besen las imágenes sagradas, en especial los crucifijos y las imágenes de la Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo, San Chárbel Makhlouf, entre otros, es probable que éstas pudieran convertirse en focos de contagio de Covid-19.

Ante esta situación, el obispo Carlos Samaniego López ha dado algunas instrucciones que, si bien son solo para la Arquidiócesis de México, pueden ser de utilidad para otras diócesis de la república mexicana.

Sugiere que cuando, por alguna circunstancia, éstas no se puedan retirar de sus ubicaciones, no solo se debe delimitar los espacios de forma visible para establecer líneas de seguridad, sino que los responsables de los templos deben pedir a los fieles evitar tocar o besar las imágenes.

Explica Samaniego: “Este contacto directo puede generar focos de contagio al existir la posibilidad de que el virus sea transferido a las superficies tocadas; con ello se evitará que las imágenes deban ser aisladas o en su caso desinfectadas”.

El obispo pide concientizar a los fieles a expresar su devoción de otra forma, recalcando el hecho de que es por su bien que se les pide no tocar o besar las imágenes, y recuerda que esto de ninguna manera es una restricción al culto y veneración, “solamente buscan mantenernos con salud y asegurar la conservación de nuestro patrimonio cultural”.

Imágenes en cuarentena

Y en caso de que se tenga la sospecha de que alguna imagen fue contaminada con el virus por contacto con alguna persona con síntomas –continúa Samaniego–, se recomienda notificar al personal responsable de la iglesia y aislar la imagen, siempre con las medidas de protección correspondientes: guantes y mascarilla.

En caso de que no sea posible aislarlo, se deberá delimitar y restringir el acceso al área donde se encuentra la imagen, y tanto el área como el objeto deberán permanecer con una señalización, indicando la fecha de inicio y fin del aislamiento, que mínimo serán 9 días.

Muebles e inmuebles históricos

Para las iglesias históricas en custodia de la Arquidiócesis de México, Samaniego López también ha girado algunas recomendaciones para su cuidado, entre ellas, no realizar fumigaciones o desinfecciones generales por medio de vaporizaciones o nebulizaciones, “pues los productos usados comercial e industrialmente pueden llegar a generar daños a los bienes culturales”.

Al respecto, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México aclaró que debido a que los recintos llevan cerrados más de dos meses, es imposible que el virus se mantenga activo en los diversos materiales constitutivos, por lo que resultan innecesarias las indicadas acciones de fumigación, desinfección y sanitización en los bienes culturales.

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