La historiadora de la Iglesia y teóloga alemana Alexandra von Teuffenbach ha sacado a la luz una investigación que destaparía los supuestos abusos sexuales a las Hermanas de María de Schoenstatt –instituto secular erigido en 1926– por el fundador del Movimiento Apostólico de Schoensttat, el sacerdote germano José Kentinech (1885-1968).
Unas acusaciones que la propia institución se ha apresurado a desmentir y ha indicado que se trata de casos que ya se “aclararon en el proceso de beatificación abierto en 1975” en la diócesis alemana de Tréveris y que se encuentra en el final de la fase diocesana.
La teóloga relata en su informe, publicado en Die Tagespost y basado en los archivos del pontificado de Pío XII –abiertos recientemente–, que el Vaticano envió en 1951 al jesuita Sebatian Tromp como visitador apostólico, que acabó trasladando al sacerdote a Estados Unidos y le separó del Instituto hasta 1965, cuando volvió a Alemania y murió tres años después.
El P. Juan Pablo Catoggio, actual presidente del Movimiento, ha salido en defensa del fundador a través de un comunicado, en el que ha indicado que el informe se basa en “declaraciones vagas”. En su opinión, “si las dudas sobre la integridad moral del fundador de Schoenstatt hubieran seguido existiendo, el exilio no habría terminado y el Vaticano no habría podido emitir un ‘nihil obstat’ para abrir el proceso de beatificación”.
En el comunicado, el Movimiento rechaza “firmemente la acusación de que José Kentenich haya sido culpable de abuso sexual a miembros del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt”. “Su comportamiento hacia otras personas –especialmente frente a las mujeres– siempre estuvo marcado por una pronunciada reverencia y estima, como también por el principio de la intangibilidad corporal, que también imprimió en sus comunidades”, asegura Catoggio.