Los Reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, presidirán el próximo lunes 6 el funeral que celebrará la cúpula de la Conferencia Episcopal Española en la catedral de Santa María la Real de la Almudena por todos los fallecidos a causa de la pandemia.
El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidirá esta misa, que será concelebrada por todos los prelados de la Comisión Permanente, que permanecerán reunidos de forma presencial en Madrid entre el 6 y 7 de julio. Se trata de un encuentro que tuvo que posponerse a causa de la emergencia sanitaria del coronavirus.
La participación de Casa Real en esta eucaristía hace que, de alguna manera, se trastoquen los planes previstos por el Gobierno, que quería que todos los actos referente al luto del COVID-19 fueran aconfesionales. De hecho, será el 16 de julio cuando, en la explanada del Palacio de Oriente, frente a la catedral de La Almudena, se celebre un homenaje a las víctimas y a los héroes de la pandemia, al que también asistirán los monarcas.
El evento ha sido convocado por Moncloa, que busca visibilizar la “laicidad” del Estado invitando a los representantes de las diferentes confesiones religiosas de nuestro país, pero ajeno a cualquier gesto católico, aun siendo la religión mayoritaria.
Sin embargo, la decisión de los Reyes de participar en esta misa convocada por los obispos, pese a que no puede ser llamada funeral de Estado, puesto que no ha sido organizada ni por los monarcas ni por el Gobierno, sí adquiere esa categoría.