El funeral de Georg Ratzinger, sin Benedicto XVI

04/07/2020 | Mateo González Alonso

El sepelio del hermano del Papa emérito será el próximo miércoles, 8 de julio en el cementerio católico de Ratisbona

La diócesis alemana ha organizado distintos actos para homenajear al antiguo director del coro de la catedral

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La diócesis de Ratisbona ha dado a conocer los detalles del funeral de Georg Ratzinger, el hermano de Benedicto XVIque fallecía el pasado miércoles a mediodía. Ante todo, el obispado descarta la presencia del Papa emérito en el sepelio que se celebrará el próximo 8 de julio en el cementerio católico ubicado al lado la estación ferroviaria central del Ratisbona.

Tras la visita que ha hecho recientemente Benedicto XVI a su hermano, “suponemos que no podrá viajar a Ratisbona”, según el portavoz diocesano Clemens Neck. El lugar de inhumación es el habitual de los miembros del coro de la catedral que tienen un espacio reservado. Se descarta así que sea enterrado en la tumba familiar con sus padres y hermana en Ziegetsdorf –donde las condiciones del terreno han hecho que no haya enterramientos desde hace 15 años–.

Homenaje musical

Y es que la capilla musical tendrá un papel destacado en los actos previos de estos días. Este domingo, la página web de la diócesis transmitirá una vigilia de oración en la que participarán 220 de cantores cuyas melodías le “acompañarán hasta el cielo” según el comunicado del propio coro.

El lunes se ha programado un rosario y el martes el féretro será velado en la catedral. para ello se ha habilitado un libro de condolencias que abre el telegrama enviado por el papa Francisco y al que se pueden hacer llegar aportaciones online. La catedral acogerá el miércoles el solemne funeral antes de dar cristiana sepultura en el cementerio.

Para el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, la música de Georg Ratzinger “era una escuela de oración, instrucción de la fe y predicación. Incontables celebraciones eucarísticas en la catedral de Ratisbona y en otras iglesias deben la belleza, calidez de corazón y sublimidad a su conducción. Las salas de conciertos podrían transformarse en casas de oración”.