Como ha ocurrido en otras conferencias episcopales, en esta oportunidad la 110ª Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano no se podrá realizar de manera presencial, sino de manera virtual –a través de plataformas digitales–, ante la pandemia del coronavirus que en el país ya supera los 113.000 contagiados, con más de 3.800 fallecidos.
La inédita Asamblea tendrá lugar entre el 6 y el 8 de julio, y en ella los obispos centrarán sus reflexiones en la necesidad de mantenerse “al servicio del Evangelio, para la esperanza de Colombia”
“Queremos reflexionar sobre todas las realidades que han cambiado en los últimos meses y lo que la Iglesia necesita hacer a nivel pastoral para continuar anunciando el Evangelio y el amor de Dios, para que el mundo y, concretamente, Colombia tengan la esperanza de avanzar a un nivel social y también eclesial”, comentó a Vatican News el obispo secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Elkin Álvarez Botero.
En efecto, el principal propósito de esta Asamblea apuntará a “situar la misión de la conferencia episcopal en este contexto y establecer sinodalmente las claves y directrices pastorales para continuar la tarea evangelizadora”.
¿Qué lecciones está dejando la pandemia?, ¿qué caminos está señalando Dios en este momento? Para el obispo auxiliar de Cali, Luis Fernando Rodríguez, responder a estas preguntas será una de las tareas del encuentro virtual”.
“Nos vamos a preguntar, seguramente, sobre el significado de la ‘nueva normalidad’ de la que se habla tanto, y la visión que desde el humanismo cristiano esa ‘nueva normalidad’ deberá tener“, añade el pastor en una nota publicada por la CEC en su portal.
Por otra parte, aunque inicialmente esta Asamblea elegiría a las nuevas directivas, el secretario general de la CEC ha detallado que “en este momento de pandemia, la Congregación para los Obispos nos ha informado que no es posible proceder en tal sentido, porque en los estatutos está previsto el voto secreto”. En este sentido, “cuando se pueda celebrar la reunión con presencia física, se realizarán las elecciones“.
Sin duda, será una Asamblea distinta y desafiante, de muchos aprendizajes. Previamente se han realizado dos encuentros virtuales de preparación, uno por comisiones episcopales y otro por provincias eclesiásticas.
Se espera que realidades apremiantes como el aumento de la violencia, la carencia en los servicios de salud, el impacto del narcotráfico, la explotación minera ilegal en la Amazonía y las difíciles situaciones que viven las familias, en medio de la pandemia, sean abordadas por los obispos de las 77 diócesis de país.