Kanye West quiere ser presidente de Estados Unidos. El rapero anunció el sábado, Día de la Independencia, a través de su cuenta personal de Twitter su intención de tomar la Casa Blanca en noviembre, con el permiso de Joe Biden y su hasta ahora aliado, Donald Trump. “Ahora debemos cumplir la promesa de Estados Unidos al confiar en Dios, unificar nuestra visión y construir nuestro futuro. Me postulo para presidente de Estados Unidos”, escribió el artista acompañándose del hashtag #2020VISION.
Por el momento, el equipo del rapero no ha dado más detalles sobre la noticia ni sobre los pasos que se darán para materializar una candidatura real, que tampoco ha dejado claro si será como independiente o en las filas de algún partido político.
En los últimos años, West se ha ido convirtiendo en un misterio no solo para el mundo de la música, sino también en sus declaraciones políticas. Y es que ha hecho de sus propias contradicciones su marca personal. En menos de una década, pasó de ser ácidamente crítico en sus canciones contra el neoliberalismo y el trato del gobierno de Estados Unidos hacia la comunidad afroamericana, a encontrarse varias veces con Donald Trump. Un presidente que, a priori, representaba todo lo opuesto a lo que West (y sus fans) defendían.
La conducta imprevisible del rapero vio su culminación en la promoción de su disco ‘Yandhi’. Si bien primero se anunció que se retrasaría, el LP nunca vería la luz. Algo ocurrió en la vida del rapero que le hizo abandonar por completo la música secular para centrarse de forma exclusiva en el mensaje cristiano. Así nació su primer disco religioso, ‘Jesus is King’, en cuya promoción indicó que su objetivo era acceder a la presidencia estadounidense, aunque situó la contienda en 2024. “Cuando me postule para presidente en 2024 habremos creado tantos empleos que no voy a postular, voy a caminar”, aseguró entonces.
Kanye West tiene 41 años y es uno de los raperos más conocidos y millonarios del planeta. Natural de Chicago, desde 1996 no solo se ha dedicado a la música hip-hop sino que también es actor y diseñador, además de implicarse en todas las partes del proceso creativo musical.
Además de todos sus éxitos profesionales, desde 2014 está casado con la famosa empresaria estadounidense, Kim Kardashian. Su boda en un castillo florentino fue todo un acontecimiento. Ambos eran amigos desde hace tiempo y desde que son matrimonio la orientación de los temas de las canciones de West ha ido cambiando. Además, el rapero ha ido mostrando determinada sensibilidad espiritual. Por ejemplo, a la primera hija de la pareja, que se llama North, la bautizaron en una significativa iglesia de la comunidad armenia –ortodoxos– en Jerusalén, puesto que Robert Kardashian –padre de Kim– era natural de Armenia.
Pero no se queda ahí la cosa. En 2019, West, más que conciertos, ofrece cada domingo servicios religiosos en los que ya se conoce como la ‘Iglesia Kanye West’. En los últimos meses, cada domingo, en Los Ángeles muchos famosos y seguidores del rapero –su familia no falta en los primeros bancos– acuden a estas reuniones que empezaron siendo para su entorno y que se presentaron al público en el conocido festival de Coachella. Además, sus sudaderas con cierta forma de túnica (300 euros) y sus pantalones multibolsillos en colores pastel se han comercializado desde el primer momento. Los calcetines del rapero se venden a 50 euros.
Las redes sociales y este acto público en Coachella con motivo de la Pascua 2019 han permitido desvelar la ‘doctrina’ de esta comunidad rapera, ya que las celebraciones dominicales en Los Ángeles están destinadas solo para unos elegidos, la localización cambia cada semana y los asistentes firman un contrato de confidencialidad. El rapero cumple su sueño de ser el mesías del pop haciendo llegar el mensaje de Jesús a través del arte y del amor entre las personas.
El rapero, de hecho, se hizo pasar por Jesús en la portada de Rolling Stones y tiene temas abiertamente relacionados con la cuestión, como ‘Yo soy un Dios’ o ‘Jesús camina’. Pero su mujer evita las etiquetas: “No hay oración, no hay sermones, no hay palabras, solo música y solo un sentimiento, y es cristiano”. De hecho, Kim Kardashian sabe de lo que habla, ya que se educó en un colegio católico.