Yusshy René Mendoza, ex teniente salvadoreño, ha relatado hoy, 8 de julio, ante la Audiencia Nacional, los detalles del asesinato del jesuita Ignacio Ellacuría y otros cuatro religiosos españoles de la Compañía de Jesús en El Salvador en 1989. Tal como relata el periodista Ricardo Coarassa en La Razón, Mendoza ha declarado como testigo, por videoconferencia, en un juicio que se ha retomado hoy.
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Si bien Mendoza comenzó el juicio como acusado, el Tribunal le apartó del proceso al haber prescrito los hechos por los que había sido imputado. En la sesión celebrada este miércoles, ha explicado que el entonces coronel Guillermo Alfredo Benavides –quien ordenó asesinar a los jesuitas, vinculados por el Ejército con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)– le dijo “varias veces”, durante su estancia en prisión, que el ex coronel Inocente Montano formaba parte del grupo de militares que dio la orden. Hoy, Montano es el único acusado que se sienta en el banquillo, y se encuentra en prisión provisional desde que fue extradición de Estados Unidos en 2017. La Fiscalía pide para él una condena de 150 años de cárcel.
Según Mendoza, Benavides, que se encuentra en prisión en El Salvador, reunió a los oficiales de la Escuela Militar para trasladarles la orden que había recibido del Estado Mayor, del que Montano era viceministro de Seguridad Pública: “Me han dado la orden de proceder a eliminar a Ellacuría”. Además, ha matizado que “para ese fin iba a utilizar el batallón Atlacatl”.
Operación autorizada
“Fue una operación totalmente autorizada, todo el mundo lo supo. Eso tenía que estar aprobado por el Alto Mando”, ha subrayado Mendoza, que formó parte del operativo que acabó con la vida de los jesuitas en la universidad Centro Americana (UCA). “Según la orden del coronel Benavides si no hubo contraorden fue porque el presidente (Cristiani) debió aprobarlo”, ha subrayado.
Asimismo, Mendoza ha explicado que en todo momento se recalcó que no se dejaran testigos de los hechos, y que se hiciera parecer “como si fuese la guerrilla la que hubiese cometido los asesinatos”. Además, ha relatado que al campus de la UCA accedieron unos 40 soldados, y que pudo ver los cuerpos de los sacerdotes asesinados.
“Sobre el suelo yacían los cuerpos de Ellacuría y de los sacerdotes españoles Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno”, ha dicho. En la matanza también fueron asesinados el sacerdote salvadoreño, Joaquín López, y la empleada de hogar Julia Elba, y su hija Celina. Finalmente, Mendoza ha puntualizado que, al regresar a la Escuela Militar, Benavides preguntó a Espinosa si estaba Ellacuría entre los asesinados. “Sí, estaba”. “¿Estás seguro?”, insistió el director de la Escuela Militar. “Sí, estaba ahí, y otros también”.