“Perdón”. Es la primera palabra que brotó del secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, cuando fue preguntado hoy por la tragedia vivida en las residencias de ancianos, donde se ha producido el mayor número de fallecidos por el coronavirus.
La Iglesia se convierte de esta manera en la primera institución en entonar un ‘mea culpa’ por el drama vivido en los centros de mayores. De hecho, los obispos han aprobado en la Comisión Permanente celebrada estos días de forma presencial, una nota que se hará pública en torno al 26 de julio, festividad de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús.
“La primera palabra que me viene al corazón es perdón, como sociedad organizada”, dijo el obispo auxiliar de Valladolid, que recordó que “la Iglesia está bastante presente en el mundo de las residencias de mayores”. “No cabe duda de que, aunque es verdad que lo que ha ocurrido es una novedad asombrosa que nadie podía prever, sí surge un deseo de pedir perdón y comprensión para todos porque nos hemos visto desbordados”, expresó el secretario general.
En esta línea disculpó a sanitarios y responsables de los centros de mayores: “Se ha pedido un tratamiento hospitalario cuando las residencias no son hospitales sino hogares”.
“El sistema se ha visto desbordado y las residencias, qué decir”, valoró, a la vez que hizo una petición: “Necesitamos la verdad de lo que ha ocurrido en un momento en el que desbordamiento ha llevado a racionamientos, racionar recursos escasos. La pregunta es cuál ha sido el criterio, si solo ha sido el DNI”.