“Dadas las circunstancias de declaración del Estado de alarma por la crisis del coronavirus, el pasado 14 de marzo se decretó la dispensa del precepto dominical para los fieles de Madrid”, señala una nota de la archidiócesis de Madrid. Ahora, en la vuelta a la normalidad, “con la paulatina vuelta de muchas actividades –entre ellas el culto con pueblo respetando las medidas higiénicas– y después del discernimiento hecho en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española” el cardenal Carlos Osoro ha puesto fin a la dispensa.
En una disposición firmada por el arzobispo, “se restablece en la archidiócesis de Madrid la obligatoriedad del precepto dominical para todos los fieles”. Una obligación condicionada, como siempre, a quienes tienen alguna “causa grave” que impide su asistencia. El decreto recuerda que la Iglesia “recomienda que las personas que estén en estas circunstancias dediquen un tiempo a la oración personal o en familia.
Madrid había retomado las misas con fieles el pasado 18 de mayo y el resto de comunidades autónomas lo han ido haciendo en función de la situación sanitaria de cada región. Ahora, con esta reflexión llevada a cabo estos días en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española las distintas diócesis emitirán sus correspondientes decretos.