Los obispos de Colombia culminan su 110ª Asamblea General con un gran desafío por delante: superar las pandemias históricas que por años han golpeado al pueblo en general caracterizadas, como han dicho en su declaración final, por “la guerra, la violencia y la muerte en sus diversas formas y expresiones”.
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En una inédita modalidad virtual, los prelados han discernido sobre los atávicos problemas como “la profunda brecha social, la pobreza, el desempleo, la marginación y la falta de oportunidades para las comunidades más vulnerables, las deficiencias estructurales de los servicios de salud y de educación, la corrupción tanto pública como privada, el narcotráfico y el microtráfico, el asesinato de líderes sociales y todos los atentados contra la vida y la dignidad humanas”.
Dar pasos por Colombia
“Sabemos que el mundo no va a ser el mismo después de esta pandemia del coronavirus. Puede ser peor o mejor. Y está en manos de todos abrir paso a los cambios que necesitamos”, han expresado.
Por tanto la tarea de hoy para preparar el mañana “nos exige asumir individual y comunitariamente el compromiso que nos corresponde en esta hora de la historia” y “creemos en la posibilidad de transformar este momento difícil y complejo en la oportunidad de construir algo nuevo y mejor para todos”.
Al respecto –inspirados en el lema de la visita del Papa en 2017: Demos el primer paso– han propuesto dar pasos firmes hacia la fe en Dios, la esperanza, la unidad, la solidaridad, la equidad, la reconciliación, la paz, la ética, la familia, la ecología y el bien común.
Acciones urgentes
En cuanto a la paz y reconciliación han señalado que “tenemos que avanzar en el arduo pero gratificante camino del diálogo para lograr que cese la violencia irracional”, porque “no podemos tener un bienestar integral si no tenemos paz” por lo cual hacen votos por “una salida pacífica del conflicto armado”.
Para los obispos colombianos es imperativo “dejar atrás esa que hemos llamado la cultura de la ilegalidad, la mentira y el engaño, las prácticas tramposas y delictivas, y particularmente la corrupción” por ello “abramos paso a la verdad y a la honestidad”.
Finalmente han exhortado al pueblo colombiano a asumir la responsabilidad por el cuidado de la casa común sobre todo por “el vínculo profundo entre la crisis que vivimos y el abuso irresponsable de los bienes de la creación” a fin de “lograr un desarrollo sostenible e integral”.
Foto: CELAM