El 5 de febrero pasado, el papa Francisco nombró obispo de la diócesis San Bartolomé de Chillán, en Chile, al sacerdote de la congregación de los Sagrados Corazones, Sergio Pérez de Arce Arriagada, que para esa fecha cumplía 15 meses como administrador apostólico de esa misma iglesia. Se programó su consagración episcopal para el 28 de marzo, la que debió ser suspendida por las medidas sanitarias adoptadas ante la pandemia.
Ante esta prologada espera, el obispo electo ha dicho: “Llevamos 5 meses desde la fecha del nombramiento y el escenario próximo todavía es de incertidumbre, así que parece prudente realizar la ordenación, porque la iglesia local necesita de su obispo. La presencia del obispo tiene un valor sacramental, es un signo de Jesús buen pastor que guía y se entrega por su Iglesia. Y aunque llevo casi dos años de administrador apostólico, la sede ha estado vacante. Es bueno cerrar un ciclo y comenzar una nueva etapa en la Diócesis, con mayor razón al estar viviendo este tiempo difícil y especial de la pandemia”.
Pérez de Arce invitó a unirse con él en la oración y seguir la liturgia por la radio y televisión del Obispado, además de otras redes sociales que la transmitirán.
“Lo más importante, dijo el obispo, es renovarnos cada día en la comunión y en la misión, agradecidos del amor del Señor. El tesoro más grande que tenemos es Jesús y el don de la fe que él nos regala. Animados por esa fe, construyamos iglesia y sirvamos a nuestros hermanos. Que la ordenación sea una ocasión para reafirmarnos en todo esto. Y les pido que oren por mí, para que yo mismo tenga siempre a Jesús como mi buen pastor, de cuyo corazón todos tenemos que aprender”, pidió.
La ceremonia se realizará durante la Eucaristía este sábado 11 a las 4 de la tarde, en el templo catedral, sin presencia de asamblea, presidida por el nuncio apostólico en Chile, Alberto Ortega Martín; el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí Garib; y el administrador apostólico de Talca, Galo Fernández Villaseca, ambas diócesis vecinas a Chillán.
En agosto de 1963, Sergio Pérez de Arce ingresó a la congregación de los Sagrados Corazones donde profesó sus primeros votos el 2 de marzo de 1985 y fue ordenado sacerdote el 15 de diciembre de 1990, en Valparaíso. Ha sido formador y asesor de diversos colegios y pastorales juveniles. Fue Superior provincial de su Congregación entre 2005 y 2011. Presidió la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Chile entre 2011 y 2014, período en el que integró el Consejo Nacional de prevención de abusos y acompañamiento de víctimas, organismo de la Conferencia Episcopal.
El 21 de septiembre de 2018, el papa Francisco lo nombró Administrador Apostólico “sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis” de la Diócesis de San Bartolomé de Chillán, asumiendo ese mismo día el cargo. Ahora la asume en plenitud como su obispo.