Cáritas y la UISG sostienen una casa para migrantes en Sicilia

14/07/2020 | Vida Nueva

En el proyecto se ofrece un hogar y manutención, pero también formación para que las siete personas que lo habitan alcancen la independencia

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Casa Santa Bárbara se ha convertido en un sinónimo de acogida y de esperanza. Y es que, este proyecto puesto en marcha en Caltanissetta (Sicilia) por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), la parroquia de Santa Bárbara, la Oficina de Migrantes y Cáritas Diocesana, se encarga de la recepción e integración para migrantes, refugiados y solicitantes de asilo.

Ahora, es el hogar de una pareja, su hija de cinco meses y cuatro jóvenes, todos ellos provenientes de Nigeria, Malí, Camerún y Gambia. Son cristianos y musulmanes que, tal como se explica en Vatican News, están aprendiendo unos de otros, pero también formándose para entrar al mundo laboral y poder ser autónomos en Europa.

Marco Paternò, párroco de Santa Bárbara, se había estado preguntando durante un tiempo acerca de cómo usar la casa parroquial dejada hace 8 años por las religiosas franciscanas cuando, frente a la Oficina de Migrantes, estaba buscando una solución para una familia nigeriana y otros jóvenes inmigrantes, pensaron en poner la propiedad a disposición para el nuevo proyecto.

Objetivos para el futuro

“Este es un proyecto que tiene como objetivo la plena integración de los migrantes para que todos puedan encontrar su propio camino y lograr su propia realización”, explica Donatella D’Anna, directora de la Oficina de Migrantes de la diócesis de Caltanissetta. “En Casa Santa Bárbara, se hace todo lo posible para fomentar la integración, incluso en la cocina, donde tratamos de respetar las costumbres y tradiciones de los musulmanes”, añade.

“El objetivo final es poder garantizar a los jóvenes las herramientas y condiciones necesarias para luego tomar un camino personal”, apunta Paternò. “Al tener su propia autonomía de trabajo, un buen conocimiento del idioma, el italiano y estudios, se les permiten ingresar cada vez mejor en la sociedad. Entonces, el propósito, por supuesto, no es el de una permanencia definitiva, sino un acompañamiento hacia una integración en nuestra sociedad, que luego puede permitir a estos jóvenes avanzar, llevar a cabo sus proyectos, sus objetivos para el futuro”, asevera.