Julio César Caballero Moreno, de la Pontificia Comisión para América Latina: “El pueblo de Dios está muy golpeado”

Julio César Caballero Moreno, de la Pontificia Comisión para América Latina: “El pueblo de

Julio César Caballero Moreno ha sido hasta el mes de marzo pasado embajador de Bolivia ante la Santa Sede y ahora es el nuevo responsable de la Pontificia Comisión para América Latina. Un cargo que asume en un momento ene l que el conteniente está preocupado por la evolución del coronavirus. En una entrevista a los medios vaticanos ha señalado que inicia “esta misión con un sentimiento de solidaridad profunda, de acompañamiento, de compromiso, de servicio a esa Iglesia, a ese pueblo de Dios que peregrina, esa Iglesia en salida, a los Obispos que están en servicio, a los sacerdotes que han dado su vida acompañando a todo el rebaño, el gran rebaño latinoamericano que está precisamente golpeado por esa nueva realidad que estamos viviendo”.



Frente a la falta de oportunidades

Esta abogado fue nombrado para este cargo por el papa Francisco el pasado 3 de julio, ha señalado que “el pueblo de Dios en este momento está sumamente golpeado en nuestra Latinoamérica, sin duda alguna es el momento de los laicos, es el momento de convertirnos en fermento en este momento en el que nos encontramos totalmente agobiados por la pandemia que todavía no se resuelve en América Latina”.

En concreto, su pensamiento está con las “las diócesis que están sumergidas en la pobreza por la falta de oportunidad, en diócesis que han sido golpeadas por el coronavirus, golpeadas por la pobreza, la exclusión, muchos expulsados de la pobreza, el pueblo peregrino de Dios está peregrinando en busca de soluciones”.

Y pensando en su patria, señala que “Bolivia que en este momento también está sintiendo el embate de la pandemia y también por supuesto siente los efectos de la pobreza, una pobreza que se exacerba de una forma espantosa y muchos de nuestros pueblos que se ven excluidos con expulsados de la pobreza, gente que tiene que emigrar y hacer los recorridos tan tristes y tan difíciles que vemos en nuestra América Latina”.

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