Honduras recibe los tres respiradores donados por el papa Francisco para los enfermos de coronavirus

Honduras coronavirus

Ya están en Honduras diferentes materiales sanitarios, como un equipo de bioseguridad, procedentes de una donación del papa Francisco para ayudar a combatir la pandemia del coronavirus. El hospital El Carmen de Tegucigalpa de las Hermanas Carmelitas Misioneras de Santa Teresa ha sido el beneficiario este  donativo. Para ello, han organizado una ceremonia de entrega con el nuncio Gabor Pinter, el arzobispo de Tegucigalpa, el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga y diferentes autoridades de la diócesis, según han recogido los medios vaticanos.



Para los empleados del hospital es una gran noticia en medio de la difícil situación que vive el país centroamericano. Los obispos han decidido el destino final de los equipos, entre los que se encuentran 3 respiradores pulmonares, sistemas de oxigenación y un equipo médico básico que sirve para montar una unidad de cuidados intensivos. Desde el pasado mes de junio el Vaticano ha entregado 35 respiradores a diferentes países para paliar los efectos de la emergencia sanitaria.

Para el nuncio, este es un “pequeño gesto, pero a través de él, el papa Francisco quiere aportar su granito de arena, para ayudar a sus hijos hondureños para hacer frente a esta terrible crisis. En efecto, su Santidad sigue constantemente y con preocupación la evolución de la situación en este país y sabe que atraviesa un momento muy delicado. Con su paternal afecto quiso hacer presente su cercanía espiritual con el pueblo de Honduras, animándolo a no desalentarse ante la adversidad, sino que, confiando en Dios, podamos vislumbrar con esperanza, un final para esta crisis, combatiéndola con las armas de la fe y el amor”.

El cardenal Rodríguez Maradiaga explicó en el acto la elección del hospital de las religiosas, ya que es aquí donde “encontramos el buen samaritano, para los seminaristas, para los sacerdotes, para las religiosas, sabemos que aquí encontramos esa mano amiga y la mano curativa”. La directora general del hospital, la religiosa Cruz Idalia Pérez, señaló las “enormes debilidades a nivel de infraestructura para asistir a los enfermos” y espera que con gestos como el del pontífice “podamos dar sigan siendo espacios en donde al enfermo se le considere, se le vea y se le sirva de manera integral”.

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