Ayer, 15 de julio, la Iglesia celebraba la festividad de San Buenaventura. Aprovechando esta fecha destacada, el papa Francisco otorgaba el título de basílica menor a la parroquia de San Buenaventura, en California (Estados Unidos), el último templo fundado por San Junípero Serra en territorio de misión.
Tal como informa Aciprensa, fue José Gómez, arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal católica de Estados Unidos, el encargado de notificar el nombramiento, subrayando que el reconocer esta parroquia como basílica “muestra que en ese lugar se han hecho santos los pecadores, se ha proclamado la misericordia del Señor y el Reino de Dios ha crecido”.
“Cuando el Papa designa una basílica, significa que es tierra santa. Aquí sucedió algo hermoso e importante en la historia de la salvación”, añadió el arzobispo. Y es que, el título de basílica menor se otorga a aquellas iglesias que, en cualquier parte del mundo, tienen una importancia reseñable en para la liturgia y la comunidad. Por otra parte, el título de basílica mayor es únicamente para aquellas que se encuentran en Roma.
Por su parte, el párroco de San Buenaventura, Thomas Elewaut, recalcó su agradecimiento al Papa por este reconocimiento, así como “al arzobispo Gómez por su inquebrantable apoyo a esta petición que comenzó en 2014”, momento en el que Elewaut solicitó a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano que otorgase este título a su parroquia.
La parroquia de San Buenaventura fue fundada por san Junípero Serra el 31 de marzo de 1782, y es la segunda iglesia más antigua de los tres condados que comprende la Arquidiócesis de Los Ángeles. Actualmente es la parroquia de, aproximadamente, mil familias católicas, y se trata de la primera iglesia en la Arquidiócesis de Los Ángeles en tener el título de basílica menor.
En las últimas semanas se han derribado un total de 3 estatuas de San Junípero Serra en California, la última de ellas en la ciudad de Sacramento. En esa ocasión, el obispo de Sacramento, Jaime Soto, subrayaba que “las acciones del grupo pueden haber tenido como objetivo llamar la atención sobre los recuerdos tristes y enojados sobre el pasado de California”. Sin embargo, considera que estos actos de vandalismo “hacen poco para construir el futuro”.