“En el manifiesto del Black Lives Matter está la promoción de la ideología de género y la agenda anti-familia”, son palabras del cardenal sudafricano Wilfrid Napier, uno de los testigos del apartheid en una entrevista al portal italiano La Nuova Bussola. Para el prelado, el movimiento “no combate el racismo, sino la familia” al presentar a “todos los blancos como enemigos de los negros y todos los negros como enemigos de los blancos”. Comprender que “toda persona es creada a imagen y semejanza de Dios” es la única receta contra el racismo para el cardenal.
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Un racismo metido en la sociedad
El purpurado toma distancia sobre lo que supuso el apartheid y su contexto para señalar que “las afirmaciones de Black Lives Matter son tan generales que no estoy seguro de entender cómo pretende luchar contra el racismo”. En su opinión, “deberían empezar a centrar la protesta en áreas temáticas específicas donde puedan marcar la diferencia y cambiar las cosas”. Analizando el manifiesto, señala que parece que “su misión no es sólo la erradicación del racismo: encontré allí, de hecho, objetivos como la destrucción de la familia nuclear como una imposición occidental”.
“La única manera de abordar el racismo seriamente es volver a la Palabra de Dios que define quiénes somos. Por ejemplo, el Génesis dice claramente que todas las vidas tienen el mismo valor y que cada persona es creada a imagen y semejanza de Dios. Lo primero que hay que tener en cuenta de otra persona es esto. Así que tengo que ver a Dios en los demás y comportarme de tal manera que ellos vean a Dios en mí. Esta es la manera de erradicar el racismo de la sociedad”, propone el purpurado.
Más allá de esto, condena que el manifiesto apuesta abiertamente por el aborto. “Querer reducir el número de africanos es ciertamente una manifestación de racismo. Lo mismo ocurre con la asignación de ayuda económica a los países africanos, pero condicionándola a la introducción de una legislación favorable a la unión entre personas del mismo sexo, al aborto y a asuntos similares”. Según Napier, “en este modus operandi de las potencias internacionales hay un verdadero racismo: establecer condiciones para la ayuda a un determinado grupo de personas porque crees que son demasiadas”.
Australia contra la Iglesia
Opinando sobre otros temas de actualidad religiosa, el cardenal ha comentado el juicio del cardenal Pell, que ha sido “un ataque a la Iglesia Católica en general”. Para el sudafricano, Pell “era el objetivo ideal porque en Australia tenía muchos enemigos debido a su batallón y su enérgico liderazgo. Él, donde y cuando se le necesitaba, sabía cómo defender los derechos de la Iglesia y sabía cómo hacer valer sus propias razones, sin comprometerse”.
“No entiendo completamente cómo las autoridades australianas entraron en juego en esta historia, pero hay quienes creen que puede haber una conexión entre la situación judicial en casa y la insatisfacción de aquellos en el Vaticano y en Europa que no apreciaron su trabajo. Esas investigaciones revelaron las operaciones que pasaban por el banco del Vaticano, pero también por los otros departamentos del Vaticano”, sugiere.