El autodenominado Movimiento Católico Venezolano ha salido en defensa de Numa Molina, sacerdote de la Compañía de Jesús, que recientemente calificó a sus connacionales de bioterroristas por llegar por las llamadas trochas (pasos no oficiales) ante la incapacidad de las autoridades de atender el regreso masivo de migrantes que se han quedado sin empleo a causa del coronavirus.
Mediante un vídeo anónimo, difundido por la vocera chavista Tania Díaz en su cuenta Twitter, un sujeto ha afirmado que se solidarizan con Molina “ante este ataque despiadado de la ultraderecha eclesial que quiere dañar su imagen a costilla de falsos testimonios”.
El mensaje en cuestión es de autoría de Doily Hernández, un operador político del Partido Socialista de Venezuela, que en su perfil de Instagram se describe como impulsor de la revolución cristiana y la ‘patria bolivariana’. No obstante este movimiento que dice liderar no cuenta con página web, redes sociales ni seguidores.
Vida Nueva consultó con fuentes de la Conferencia de Obispos para constatar la autenticidad de este movimiento y han asegurado que “se trata de dos personas que se hacen llamar movimiento católico venezolano”, pero “no tienen nada que ver con la conferencia”, de hecho, son “financiados por el gobierno”.
Además han expresado que se “trata de una campaña de desprestigio para hacer dar la sensación de que la Iglesia venezolana está dividida” y “es un estilo propio usado en medio del cerco informativo que el régimen de Maduro ha desplegado en contra de la disidencia”.