Con motivo de la celebración del Día de la Caridad, este domingo 19 de julio, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Walmor Oliveira de Azevedo, ha hecho un llamado para que la caridad no sea una práctica efímera, “que apenas busca promover la tranquilidad de conciencia”.
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“Actuar a partir del principio de solidaridad es urgente y desencadena muchos cambios en la sociedad y en el propio corazón humano”, ha dicho el también arzobispo de Belo Horizonte en un mensaje divulgado en el portal de la CNBB.
Sobre el pilar de la caridad “cada persona orienta su propia conducta y se hacer siervo de su semejante, que es su hermano”. En ese sentido, Oliveira recuerda que la Palabra de Dios orienta a “no decir al prójimo: vete, vuelve mañana, entonces te daré, cuando puedes darle ya“.
Servir es un remedio
Además, “quien se dedica a la caridad se pone en sintonía con el corazón de Dios“. “Servir es un remedio pues permite vislumbrar el verdadero sentido de la vida: ayudar a transformar la vida de las personas”, defiende el presidente de la CNBB.
La Iglesia de Brasil confía en la fuerza transformadora de la caridad ante la crítica situación de la pandemia del Covid-19, que ya deja más de 78.000 fallecidos. “Si la solidaridad fuera vivida como un principio que ordena a la sociedad, el mundo sería diferente, más justo, solidario y fraterno”.