Encuentran muerto a ex sacerdote chileno acusado de abuso

Encuentran muerto a ex sacerdote chileno acusado de abuso

En su hogar, en un sector popular de Santiago, fue encontrado muerto Tito Rivera, de 68 años, quien perteneció al clero de Santiago, y recibió la dispensa del ejercicio de su sacerdocio el año pasado.



La denuncia hecha por la víctima, en marzo de 2015, ante la oficina correspondiente en el Arzobispado de Santiago, lo acusa de haberlo violado, después de drogarlo, en dependencias anexas al templo Catedral de Santiago. Sin embargo, el denunciante no conoció el desarrollo de la investigación ni su resultado hasta comienzos de 2018, cuando sólo le informaron que su acusación había sido considerada verosímil. En junio de ese año, presentó la misma denuncia ante el Ministerio Público.

En septiembre de 2018, el Fiscal Regional Emiliano Arias, quien centralizaba en esa época todas las investigaciones por abusos en la Iglesia, allanó las oficinas de varios obispados del país, entre ellos las de Santiago. Allí incautó la documentación de casos de abuso que él llevaba en la Fiscalía. Entre ellos, la carpeta con antecedentes que acusaban a Tito Rivera y que incluía abundante información adicional a la conocida por él, hasta ese momento.

Nuevos denunciantes

Cuando la investigación previa consideró verosímiles las acusaciones, el proceso siguió adelante. Rivera pidió la dimisión del estado clerical, lo que le fue otorgado a mediados del año pasado. En esa época, habría empezado a desarrollarse su estado depresivo. Su situación judicial se había complicado por la aparición de nuevos denunciantes, ahora con pruebas contundentes: fotografías.

El caso ha tenido aspectos y momentos confusos, entre los que destacan que hay documentación perdida, se han demorado en exceso los diversos trámites y, sobre todo, por la débil acogida que se brindó al primer denunciante. La aparición de nuevos denunciantes y de la documentación incautada hicieron más claras las acusaciones, pero también más complejo el proceso ya que allí aparecieron nombres de sacerdotes, incluso el entonces arzobispo Ezzati, quienes habrían tenido alguna información sin que hubieran tomado las medidas correspondientes.

Ahora el caso queda sin acusado, pero también, como han dicho varios comentaristas conocedores de esta causa, sin nuevas verdades.

Noticias relacionadas
Compartir