Con una nutrida participación virtual pero limitada presencialmente a sacerdotes, diáconos y algunos familiares, la diócesis brasileña de Palmares despidió a su obispo, Henrique Soares da Costa, de 57 años de edad, quien falleció el pasado 18 de julio tras varias complicaciones relacionadas con la enfermedad del Covid-19.
La celebración de las exequias, transmitida por las redes sociales de la diócesis considerando las medidas sanitarias, tuvo lugar el domingo 19 de julio a las 10 a.m. en la catedral diocesana de Nossa Senhora da Conceição dos Montes. A través de la cuenta de Facebook de la diócesis llegaron más de 10.000 mensajes de condolencia y solidaridad.
También la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) expresó su solidaridad a los miembros de la diócesis y a los familiares de Henrique Soares da Costa, así como a las numerosas víctimas del Covid-19 que en Brasil ya ha cobrado la vida de más de 85.000 personas.
Particularmente los obispos de la Regional Nordeste 2 de la CNBB –de la que también hace parte la diócesis de Palmares– han compartido mensajes de cercanía y testimonios del trabajo abnegado de Soares da Costa en favor de su grey. Entre ellos los obispos de la Arquidiócesis de Olinda Recife, Antônio Fernando Saburido, de la diócesis de Guaranhuns, Paulo Jackson, y de la diócesis de Caruaru, José Roy Gonçalves.
El pasado 4 de julio, don Henrique había sido ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Memorial São José, en Recife, donde recibió tratamiento para combatir el Covid-19. Sin embargo, desde el pasado 16 había presentado dificultades para respirar y falta de oxigenación sanguínea, por lo que requirió ser intubado. Su deceso se produjo el sábado 18 de julio, en medio de la “Semana por oración” por su recuperación, que lideraba su diócesis.
Nacido en Penedo, en el Estado de Alagoas, Soares da Costa fue ordenado sacerdote en 1992. En 2009 el papa Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Aracaju, y desde marzo de 2014 el papa Francisco lo nombró como tercer obispo diocesano de Palmares. Su lema episcopal “apacentar en Cristo” resume su legado, según ha dicho el vicario general diocesano, Norberto Penzkölfer.
Hasta que el papa Francisco nombre a su sucesor, el Colegio de Consultores eligió este 21 de julio al padre Penzkölfer como administrador diocesano.