En México, el obispo de Apatzingán suspende del ministerio al famoso “padre Goyo”

En México, el obispo de Apatzingán suspende del ministerio al famoso “padre Goyo”

El pasado 20 de julio, la Diócesis de Apatzingán (Michoacán) informó que su obispo, Cristóbal Ascencio García, suspendió del sacerdocio al padre Gregorio López Gerónimo, debido a “faltas repetitivas y graves, dentro y fuera de la diócesis, en la administración de los sacramentos”.



A través de un comunicado, la diócesis reconoció el “mucho bien que ha hecho” el sacerdote por sus fieles, pero lamentó las faltas contra la dignidad de los sacramentos, que han ocasionado serios problemas en la comunidad eclesial.

Cristóbal Ascencio García justificó su decisión al señalar que su deber es “cuidar de que las funciones sagradas se celebren en las iglesias o en los lugares propios para la celebración misma, de acuerdo con las normas litúrgicas, lo cual exige bastante más que la simple vigilancia para evitar abusos”.

Tras la decisión del obispo, de ahora en adelante el sacerdote “no podrá celebrar ningún sacramento, ni acto que tenga que ver con la investidura eclesiástica”.

El padre Goyo, una figura pública

El padre Gregorio López Gerónimo, conocido como el padre Goyo en su comunidad de la Parroquia del Carmen, se hizo famoso a nivel nacional en el 2013 al participar junto a grupos de autodefensa en la expulsión de grupos criminales en la zona de tierra caliente.

Este año, el padre Goyo cumplió 25 años de ministerio sacerdotal. Durante este tiempo fundó tres albergues y un centro médico de servicio al público, que dejó en manos de un particular para que lo administrara; dicha decisión –declaró el sacerdote a medios locales- habría molestado a la autoridad eclesial.

El sacerdote también explicó que la decisión del obispo responde a que se le acusa de haber permitido que, en un bautismo, fungiera como padrino una persona que no estaba casada, y por haber casado a un anciano moribundo.

Para el obispo eso es violar los sacramentos y faltarle el respeto, porque hay que preparar un año a la gente”, dijo.

Por lo pronto, el padre Gregorio López seguirá la ruta jurídica dentro de la Curia Romana para defenderse y buscar que se le retire la pena canónica.

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