El debate entre si creer en Dios o no influye en que la persona sea capaz de actuar de una forma moral parece haberse resuelto. Al menos, para el 78% de los españoles que, encuestados por un estudio del Pew Research Center, consideran que porque una persona no tenga fe, no implica que sus actos sean menos morales.
El estudio, que planteó esta cuestión a 38.426 personas de 34 países de todo el mundo, muestra que, de los 13 países encuestados en la Unión Europea, Grecia es donde las personas tienen una mayor predisposición a vincular la creencia en Dios con la moralidad (53%), seguida por Bulgaria (50%) y Eslovaquia (45%).
Los datos más altos de personas que consideran que creer en Dios es necesario para tener buenos valores se encuentran en en Brasil (84%), Túnez (84%), Turquía (75%) y el Líbano (72%). En Estados Unidos y en Israel la población está dividida, ya que cerca del 50% de la población de estos países se sitúa en una postura o en otra.
Uno de los puntos que resalta el estudio es que las naciones con un Producto Interior Bruto (PIB) menor presentan, por lo general, una mayor creencia en que creer en Dios es necesario para actuar de forma moral. Es decir, existe “una relación inversa entre el PIB per cápita y el porcentaje de ciudadanos que establecen esta conexión entre la creencia en Dios y la moral”.
Ejemplo de ello es Kenia, que es a la vez el país con el PIB más bajo dentro del estudio y el 95% de los encuestados expresan la opinión de que creer en Dios es parte fundamental para tener buenos valores. Por el contrario, solo el 9% de los encuestados en Suecia, que tiene uno de los PIB per cápita más altos de las naciones encuestadas, está de acuerdo con esta afirmación.
Si en algo coinciden todos los países en en la brecha generacional que se produce en la creencia en Dios es necesaria para tener buenos valores. De hecho, los encuestados entre 18 y 29 años son los menos propensos a decir que es necesario creer en Dios para ser moral, mientras que los mayores de 50 años son el grupo que más lo cree.
Sin embargo, aun siguen siendo mayoría los países en los que más de la mitad de su población reconoce que la religión es “importante” en sus vidas. De hecho, en 23 de los 34 países encuestados las personas dijeron que la religión es muy o algo importante para ellos.
Grecia, Polonia, Italia y España son los países de Europa que más importancia le dan a la religión. Todos ellos dan, además, valores similares a la importancia de la oración. Así, si el 45% de los Españoles considera que Dios tiene un papel importante en su vida, el 38% cree que la oración es igual de fundamental.