Ante los actos vandálicos en contra de estatuas y sitios católicos, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) manifestaron su preocupación por una situación que parece aumentar y condenaron estos actos.
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A través del arzobispo de Miami, Thomas Wenski, en su calidad de presidente del Comité de Libertad Religiosa de la USCCB, y el arzobispo de Oklahoma City, Paul Coakley, presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB, los obispos norteamericanos emitieron una declaración a propósito de los incidentes.
Y es que, las últimas semanas, la Iglesia en la Unión Americana ha sido testigo, entre otras cosas, de una iglesia embestida con un automóvil e incendiada, así como estatuas de Jesucristo y de la Virgen María desfiguradas, o incluso decapitadas. Y también fue dañada por el fuego una iglesia de misión histórica, cuya causa aún está bajo investigación.
“Contemplemos el amor de Dios”
Para los obispos, independientemente de que quienes cometieron estos actos hayan sido individuos con problemas que piden ayuda o agentes de odio que buscaban intimidar a los católicos, “los ataques son signos de una sociedad que necesita curación”.
“En esos incidentes –señalaron en el comunicado– donde las acciones humanas son claras, los motivos aún no lo son. Mientras nos esforzamos por comprender la destrucción de estos símbolos sagrados del amor desinteresado y la devoción, oramos por cualquiera que lo haya causado”.
Tras señalar que estarán atentos a este tipo de situaciones, los obispos apuntaron que Estados Unidos se encuentra en un momento extraordinario de conflicto cultural, en el que el camino a seguir debe ser a través de la compasión y la comprensión”.
“Contemplemos, en lugar de destruir, imágenes de estos ejemplos del amor de Dios. Siguiendo el ejemplo de Nuestro Señor, respondemos a la confusión con comprensión y al odio con amor”.
