Los católicos ucranianos siempre ha vivido con preocupación el hecho de que los intereses rusos en la zona. Por ello, desde 2026, Francisco puso en marcha el programa de ayudas del ‘Papa para Ucrania’ que ha invertido en el país 15 millones de euros en estos años. Una propuesta que “deja un rastro luminoso de cooperación ecuménica y caridad que no se detiene” que ha llegado a un millón de personas, según el Vaticano.
Las ayudas se han centrado en la zona fronteriza de Donbás. Para Eduard Kava, obispo auxiliar de Leópolis, el conflicto por la soberanía disputada por Rusia y Ucrania es una “herida” que deja a los niños como las víctimas más desprotegidas. Gracias al proyecto “tenemos a nuestra disposición calefacción, medicinas, ropa y alimentos, herramientas para higiene y apoyo psicosocial. Proyectos que han sido completados y ahora queda el trabajo de suministro de maquinaria para un hospital dedicado a los niños”, según ha señalado el obispo a Vatican News.
Una propuesta que ha sido plenamente ecuménica, según destacan desde el dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral. “Un bello signo de ecumenismo” que habla de un trabajo hecho verdaderamente en unidad, al servicio de los pobres, de los niños con dificultades vinculadas a las tensiones de la guerra, de las familias numerosas, de los ancianos que lo han perdido todo y que viven con pensiones muy bajas, según el obispo auxiliar. “Esa emergencia ya no existe, pero quedan otras necesidades por cubrir y el trabajo de la Iglesia sigue siendo necesario”, concluye.