La muerte en la noche del lunes de tres inmigrantes sudaneses por los disparos recibidos en un punto de desembarco en Libia, adonde fueron conducidos después de que el barco con el que trataban de llegar a Europa fuera interceptado por la Guardia Costera del país norteafricano, ha provocado las críticas de las organizaciones internacionales.
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La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), que informó del incidente, exigió una “investigación urgente” para aclarar los sucedido y deploró el asesinato de los inmigrantes en la localidad libia de Al Jums, donde desembarcaron unas 70 personas. El Comité de Rescate Internacional, socio de Acnur, ayudó a transportar en una ambulancia a un hospital a uno de los sudaneses heridos, que falleció durante el trayecto. En total hubo tres muertes y dos inmigrantes heridos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM, otra agencia de Naciones Unidas) explicó por su parte que “las autoridades locales empezaron a disparar cuando los migrantes intentaron huir del punto de desembarco”, según el testimonio de varios de sus empleados. El resto de los desplazados fueron detenidos.
Libia no es un puerto seguro
“Este incidente subraya con fuerza que Libia no es un puerto seguro para el desembarco”, destacó Vincent Cochetel, enviado especial de Acnur para el Mediterráneo central, que pidió aumentar “la capacidad de búsqueda y socorro” en el área del Canal de Sicilia para incrementar así “la probabilidad de que las operaciones de salvamento concluyan con el desembarco en puertos seguros fuera de Libia”. Cochetel solicitó que se incluya en estas operaciones a las naves de las ONG e invitó a que los países ribereños del Mediterráneo tengan “más solidaridad” entre ellos.
