No es experto en acoger, promover, integrar y proteger. Matteo Salvini ya no es inmune. El Senado italiano retiraba ayer su protección legal al ex ministro de Interior para que sea juzgado por retrasar 20 días el desembarco de 150 migrantes rescatados en el Mediterráneo por la ONG española Open Arms.
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Cuando se cumple un año del agosto ‘terribilis’ del buque Open Arms, con tantos seres humanos a bordo en condiciones extremas y sufriendo la negativa del ultraderechista Salvini a desembarcar, el Senado le da la puntilla al ex ministro y lo deja solo ante el Tribunal de Palermo. Los fiscales del caso mantienen que la actuación de Salvini puede llegar a considerarse como secuestro de personas en un barco.
En total, 149 senadores han votado a favor de enjuiciarlo, mientras que 141 lo han hecho en contra y uno se ha abstenido. “Estoy orgulloso de haber defendido a Italia: lo volvería a hacer y lo volveré a hacer, también porque solo en este mes de julio los desembarcos son seis veces los del mismo período del año anterior, con la Liga en el gobierno. Sigo adelante, con la cabeza bien alta y con la conciencia limpia”, dijo Salvini, esta vez sin rosario en mano.
“No tengo miedo, no me dejaré intimidar y no me silenciarán: recuerdo a todos los parlamentarios que, tarde o temprano, el juicio de los votantes llegará”, recordó el político autodenominado católico. Para Salvini, se trata de un juicio “político” y considera que le hacen un “regalo” .
El fundador de Open Arms felicita al Senado
El fundador de Open Arms, Óscar Camps, ha celebrado hoy la decisión del la Cámara. “Felicitamos al Senado italiano por que se aplique la Justicia y confiamos que se haga Justicia. Nosotros seguiremos velando por los más vulnerables”, ha indicado.
El siempre polémico líder de La Liga ha cosechado reconocimientos en algunos ambientes católicos, pese a desoír el “fui forastero y me acogisteis”. De hecho, en febrero, dos sacerdotes de Bérgamo le bendijeron la sede del partido en Sedrina. Pero no son los únicos cercanos a Salvini, ya que el ex prefecto de Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Müller, ha sacado la cara por el político después de que los obispos italianos lo denostaran: “Es más seguro confiar en un político que simbólicamente sostiene el rosario que en uno que, literalmente, derriba la cruz de Cristo”. Así apoyaba el 21 de enero de 2020 a Salvini durante una homilía.
Sin embargo, no todos son amigos para el ex ministro en la Iglesia. Tras una petición de los obispos italianos de abrir los puertos, Salvini lanzaba el dardo: “Que los lleven al Vaticano”. Pero no es está la única polémica con la Conferencia Episcopal Italiana, ya que en mayo de 2019 acusó a Cáritas de acoger a inmigrantes por dinero.