El mal nunca descansa, se ha dicho siempre. Una muestra es el nuevo manual ‘Líneas Guía para el Ministerio del Exorcismo’, que ha elaborado la Asociación Internacional de Exorcistas y que cuenta con la revisión y aprobación del Vaticano. Hasta ahora solo ha visto la luz la edición italiana y el prólogo lo firma el cardenal Angelo De Donatis, vicario del Papa para la Diócesis de Roma. Para el purpurado, “el ministerio del exorcista está expuesto a numerosos peligros y ello exige una especial prudencia y también una preparación específica”.
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Un delicado ministerio
Este libro se convierte así en el texto oficial de referencia para más de los 800 exorcistas que la asociación tiene, ya que cuenta con el respaldo de la Congregación para el Clero, la del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y la de la Doctrina de la Fe, según ha informado ACI Stampa.
De Donatis señala que “el exorcista no puede proceder según su propio arbitrio desde el momento en que opera en el marco de una misión oficial que de cierta manera lo convierte en representante de Cristo y de la Iglesia”. Por ello, la formación le preparará “para desempeñar de forma adecuada su oficio”.
En la introducción, Francesco Bamonte, presidente de la asociación, rememora que “los Evangelios nos dicen, sin sombra de duda, que Jesús, en su vida terrena, se enfrentó y luchó contra dos formas de acción del mundo demoníaco: la ordinaria y la extraordinaria”.
