“Para el gobierno estos pueblos no son una prioridad”. Es el grito que lanza Ruth Chaparro, subdirectora de FUCAI, socio local de Manos Unidas en Colombia, que lleva años trabajando con las comunidades indígenas en el país, con el convencimiento de que el coronavirus ha acrecentado su vulnerabilidad. La ong para el desarrollo de la Iglesia española hace extensible esta denuncia a todo el continente.
“Nuestros socios locales, principalmente en América Latina, denuncian que las comunidades indígenas con las que trabajan están experimentando graves deficiencias en cuanto a atención sanitaria, además de las consabidas carencias en cuanto a servicios de saneamiento y de higiene, esenciales para prevenir el contagio de la enfermedad”, mantiene Fidele Podga, coordinador del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas. De ahí que se hayan redoblado esfuerzos y Manos Unidas haya aprobado trece acciones de emergencia frente al covid-19, por importe de 300.000 euros, destinadas, específicamente, a apoyar a la población indígena de América, Asia y África.
Este análisis se enmarca en el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, que se celebra el próximo domingo 9 de agosto. Los pueblos indígenas, 476 millones de personas repartidas en 90 países del mundo, constituyen el 6,2% de la población mundial. A pesar de que en los últimos años la defensa de los derechos de estas comunidades había dado pasos más que significativos, se teme que el coronavirus frente estos avances.
“En muchas regiones, especialmente en América Latina, se han aprobado marcos jurídicos para reconocer y proteger los derechos de los pueblos indígenas, ha habido una mayor inclusión de la población indígena en la toma de decisiones políticas y planificación del desarrollo”, valora Pogda, que sin embargo alerta que no es fácil revertir una situación ancestral de injusticia y vulneraciones que se ponen de relieve ante crisis como el covid-19.
Entre las iniciativas para paliar los efectos de la pandemia, destacan las campañas para evitar el acceso a los territorios indígenas por parte de personas ajenas a las comunidades, al tiempo que se recomienda que estas comunidades obtengan su alimento de sus propios territorios, minimizando en lo posible los que provengan de las ciudades.
Además, la ONG de la Iglesia católica apoya la realización y traducción a lenguas indígenas de materiales de prevención y sensibilización, tanto impresos como para ser emitidos por radio, con el fin de difundir entre la población las medidas básicas de higiene y cuidado frente a la enfermedad así como la elaboración de mensajes para ser compartidos por WhatsApp e internet.