Tras la visita relámpago de Benedicto XVI a Baviera, en Alemania, las alarmas se dispararon tras diagnosticársele una irritación cutánea llamada ergotismo y conocida como el ‘fuego de San Antonio’ o ‘fuego del infierno’. Ahora el papa emérito se recupera y responde bien a los medicamentos según ha vuelto a declarar Georg Gaenswein, secretario particular de Benedicto XVI.
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Enfermedad dolorosa
Gaenswein se encuentra de vacaciones en su región natal al suroeste de Alemania, en la Selva Negra. En declaraciones a Suedkurier, recogidas por Askanews, el prelado ha señalado inequívocamente que “la enfermedad está disminuyendo”. “El dolor vino después de la muerte de su hermano”, relató, apuntando que la infección comenzó unas semanas después.
El secretario confirmó que “es una enfermedad muy dolorosa pero no conduce a la muerte”, “es un dolor que no le deseo a mi peor enemigo”, añadió. Contó como la mitad derecha del rostro se vio particularmente afectado por la irritación, pero, apuntó, los medicamentos comenzaron a hacer efecto desde el segundo y tercer día tras su aplicación.