Con o sin coronavirus las elecciones parlamentarias en Venezuela, convocadas por Nicolás Maduro en diciembre de este año, son un hecho, pese al conjunto de anomalías, públicas y notorias, cometidas en este proceso como la designación de un nuevo consejo electoral por parte del Tribunal Supremo al servicio del chavismo, la confiscación de los principales partidos de oposición, inhabilitación de candidatos, amenazas, persecuciones y encarcelamiento a dirigentes políticos.
Con todo este escenario adverso, los obispos venezolanos han pedido a los líderes de la oposición participar de este proceso electoral, porque “a pesar de las irregularidades, la participación masiva del pueblo es necesaria y podrá vencer los intentos totalitarios y el ventajismo de parte del gobierno”.
Mientras que líderes y de partidos políticos han expresado “su voluntad de no participar en las elecciones parlamentarias”, para los prelados “esto no basta, deben asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo que durante años han creído en ellos, pues la sola abstención hará crecer la fractura político-social en el país y la desesperanza ante el futuro”.
“Esta decisión de abstenerse priva a los ciudadanos venezolanos del instrumento válido para defender sus derechos en la Asamblea Nacional”, han señalado.
Por tanto “no participar en las elecciones parlamentarias y el llamado a la abstención lleva a la inmovilización, al abandono de la acción política y a renunciar a mostrar las propias fuerzas. Algo semejante pasó en diciembre de 2005, y no tuvo ningún resultado positivo”.
Según los obispos el Covid-19 acentuó los problemas económicos, sociales, morales, institucionales y políticos que ya traía el país con la consecuencia inmediata del “grave deterioro del sistema sanitario nacional y por el colapso de los servicios públicos”.
Por ello “el momento actual exige la participación plena y libre de todos los partidos y movimientos políticos”, porque “resulta inmoral cualquier maniobra que obstaculice la solución política y social de los verdaderos problemas presentes en el país”.
Al tiempo demandan la celebración de “elecciones libres, justas e imparciales con participación de todos los partidos y movimientos políticos, y con un basamento ético que respete el voto ciudadano según está previsto en la Constitución y las normas electorales”.
Foto: EFE