Por segundo año consecutivo, se están dando una serie de incendios descontrolados que están arrasando importantes partes del Círculo Polar Ártico. Desde el Movimiento Católico Mundial por el Clima advierten de que en estos momentos hay más de 100 incendios forestales que se están desarrollando desde Groenlandia hasta Siberia y Alaska, que se suman “a las olas de calor en el Ártico están provocando un rápido colapso y aumento de los incendios forestales”, denuncian.
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Frente a la indiferencia
Para el grupo ecologista católico lo escandaloso es que “a pesar de las claras evidencias y de las consecuencias palpables de la crisis a la que nos enfrentamos, millones de personas permanecen indiferentes”. Denuncian que “una inesperada primavera cálida y una ola de calor prepararon el suelo para el fuego, que ha matado animales y que ha provocado que algunos residentes huyeran en barco. En junio, una ciudad rusa al norte del Círculo Polar Ártico tuvo una temperatura de 37.7 grados centígrados, la temperatura más alta registrada en la ciudad desde hace 135 años, cuando se empezaron a llevar registros en 1885. Además, el humo de los incendios forestales ha cubierto millones de hectáreas en Siberia”.
Y es que estos incendios tienen consecuencias. El Ártico se está calentando más del doble de rápido que el promedio mundial, impactando a las poblaciones y ecosistemas locales, lo que tiene repercusiones globales, según los expertos. Y lo que sucede en el Ártico no se queda en el Ártico, puesto que los polos influyen en el clima y las condiciones climáticas en las latitudes más bajas, donde viven cientos de millones de personas. Los científicos señalan que el cambio climático aumenta las probabilidades de que se produzcan condiciones climáticas extremas, como olas de calor sin precedentes, tanto ahora como en el futuro.
