Sin poder tocar el cuadro de la Virgen de la Paloma y ante 143 personas, entre las que estaban distintas autoridades locales y autonómicas, como la musulmana Maysoun Douas, del partido Más Madrid, se ha desarrollado la misa principal en la parroquia de San Pedro el Real y Virgen de la Paloma en la que se venera la patrona popular de la capital de España. Bomberos, cofradías o asociaciones de trasplantados han sido invitados a una misa que ha sido a puerta cerrada y transmitida por la televisión y las redes sociales.
El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid ha definido la celebración como “una fiesta de esperanza y alegría”, aunque sea en mitad de una pandemia. En María “en bendecida roda la humanidad” porque “Jesús es la esperanza del mundo”, destacó Osoro señalando el sufrimiento que se está viviendo en todo el mundo. Para el arzobispo, esta celebración es “una visita de la Virgen a nuestras vidas”.
A partir de la imagen del cuadro de la Soledad, Osoro ha subrayado que “con María, Dios quiso tener una mirada de amor a los hombres”, ya que el Señor le pidió “que prestase la vida” para darle “rostro” y María “lo hizo por amor a esta humanidad”, algo que cobra especial significado en tiempos de coronavirus. Para el arzobispo, “era una propuesta de Dios, que es la misma propuesta que nos está haciendo a ti y a mí”, como vacuna necesaria, ahora que todos “estamos esperando la vacuna” contra el coronavirus, señaló.
A partir del sentido cristiano de la resurrección, Osoro destacó que “esta historia no se arregla desde egoísmos personales, esta historia se arregla cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos, incluso la vida, por los demás”. Por ello, ha destacado que “con María se nos propone un compromiso”: “proclamar la grandeza de Dios” –en alusión a las lecturas de las celebración– y así “se proclama la grandeza del hombre”, haciendo verdad que “somos hijos y, por ello, hermanos”.
Concluida la celebración, se procedió al tradicional descendimiento del cuadro de la Virgen, por parte del Cuerpo de Bomberos, para dar comienzo a la veneración a Nuestra Señora de la Paloma. Una vez abiertas las puertas del templo –previsto para las 15:00 h.–, los fieles podrán acceder al interior, hasta las 18:30 horas.