El papa Francisco respalda a la monja argentina que ‘rescata’ a las transexuales

“Dios te lo retribuirá abundantemente”, escribe el papa Francisco de su puño y letra a la religiosa Mónica Astorga Cremona, superiora del Convento de Carmelitas Descalzas de Neuquén. Lo hace en un manuscrito que la monja ha recibido como respuesta a un correo electrónico en el que contaba al pontífice su último proyecto, la inauguración del complejo de viviendas para mujeres transexuales.

• LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
• Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos

“Nunca se opuso a lo que yo hago y para mí es un apoyo grande”, señala la religiosa a la agencia Télam al informar sobre este nuevo respaldo de Francisco. En esta ocasión, comenta a través de una fotografía a un mensaje “escrito con su letrita”, porque él “no usa computadora”.

“Rezo por vos y por tus chicas”

El Papa es muy directo en su nota. “Querida Mónica, Dios que no fue al seminario ni estudió teología te lo retribuirá abundantemente. Rezo por vos y por tus chicas”, escribe. Y esas chicas con las mujeres transexuales que compaña la carmelita. “No se olviden de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la virgen santa te cuide. Fraternalmente, Francisco”, concluye el escrito papal.

La hermana Mónica Astorga es muy conocida en todo el país por atender, desde hace ya 14 años, a través de diferentes iniciativas a las mujeres trans que acuden a ella para dejar las adicciones o la prostitución, conseguir un trabajo o aprender un oficio. “Cuando [Francisco] estuvo en Neuquén en 2009 como arzobispo de Buenos Aires, me dijo ‘no abandones este trabajo de frontera que te puso el Señor y, para lo que necesites, contá conmigo’”, señaló.

Este no es el primer mensaje que Bergoglio, como Papa, envía a la religiosa. ACI Prensa publicó, hace tres años, otro correo en el que el pontífice le decía: “A vos y al convento los tengo cercanos a mi corazón, como también a las personas con las que trabajan. Se lo podés decir”. “En la época de Jesús, los leprosos eran rechazados así”, subrayando entonces la discriminación que las mujeres sufren.