“Elevamos una oración por el eterno descanso de quien dejó su ministerio, su música y su poesía como un legado para siempre en la Iglesia”, destacó Adolfo Canecín, obispo de Goya.
Julián Gerónimo Zini nació el 29 de septiembre de 1939, en la ciudad de Ituzaingó (provincia de Corrientes). Fue ordenado sacerdote por Alberto Devoto, primer obispo de Goya, en diciembre de 1963.
Fue párroco en las distintas ciudades de la diócesis: Curuzú Cuatiá y Goya. Actualmente, vivía en Mercedes, desde donde se desempeñaba como vicario episcopal de cultura.
En 1967 fue parte parte del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo. En una entrevista, contó que aunque había recibido amenazas, no quiso exiliarse. “Me querían obligar a irme del país pero me quedé”, confesó el cantautor.
El Senado de la Nación le otorgó, en el año 2005, un reconocimiento, el “Tributo a la Trayectoria”, por su aporte a la cultura popular.
El Paí Julián fue un músico enraizado en la cultura folklórica litoraleña; maestro en religiosidad y las costumbres populares. “Sus letras presentan un enfoque que arraiga tanto en las tradiciones de la región litoraleña como de la cultura popular emergente del profundo Corrientes”, reconocieron desde el obispado.
Sus canciones, conocidas por la Iglesia de todo el país, expresan las alegrías y las angustias de la gente sencilla, fuente de constante inspiración.
Poeta, ensayista, animador en festivales y eventos eclesiales. Su última presentación fue durante los primeros días del mes de agosto, momento en el que se refirió a la pandemia y la solidaridad.