A apenas tres meses de afrontar las presidenciales contra el candidato demócrata, el católico Joe Biden, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, continúa en clave electoral. Así, en su último acto, celebrado ayer en Mankato (Minnesota), el representante republicano reprodujo ante los asistentes a su mitin lo que vendría a ser un diálogo íntimo que mantuvo con Dios.
Reproducido por el diario Independent, Trump aseguró que las consecuencias económicas del coronavirus en su país (22 millones de parados) representan que “Dios me pone a prueba” para reconstruir la que a su juicio es “la mayor economía de la historia del mundo”… Todo un “milagro económico”.
“Eso es –aseguró– Dios probándome. Él dijo: ‘Tú sabes, lo hiciste una vez’. Y yo respondí: ‘¿Hice un gran trabajo, Dios? Soy el único que podría hacerlo’”. Para el multimillonario, la respuesta de Dios fue esta: “No deberías decirlo. Ahora vamos a hacer que lo hagas de nuevo…”. Lo que Trump no habría dudado en aceptar: “Está bien. Estoy de acuerdo. Me tienes”.
Y es que “lo hice una vez y ahora lo estoy haciendo de nuevo (…) Tres meses, más trabajos en los últimos tres meses que nunca antes”.