Desde la ventana del Palacio Apostólico, el papa Francisco se ha dirigido a los fieles que han acudido a la plaza de San Pedro hoy, 23 de agosto, a rezar el ángelus. Antes del rezo de la oración mariana, Francisco ha reflexionado acerca del evangelio de este domingo, en el que Pedro “profesa su fe en Jesús como Mesías” y ha recordado que el ejercicio de la fe “mirando por un lado al otro con los mismos ojos de Jesús y, por otro, ver a Jesús en el rostro de los pobres”.
“Es indispensable que la pastoral de nuestras comunidades esté abierta a tanta pobreza y emergencias”, ha subrayado el Papa, ya que “la caridad es siempre el principal camino de la perfección”. Sin embargo, ha recordado que también es necesario que las obras solidarias “no desvíen el contacto con el Señor”, ya que la caridad cristiana “no es una simple filantropía”. De hecho, es la confianza en Jesús lo que “da pleno sentido a nuestra caridad y a toda nuestra existencia”.
Cuando Jesús preguntó a sus discípulos “¿Quién dicen ustedes que soy?”, tal como se refleja en el evangelio de este domingo, Pedro contestó “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. En ese momento, “el Señor reconoce la pronta correspondencia de Simón con la inspiración de la gracia” y por ello le dice “tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi Iglesia y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella”. Una afirmación con la que “le hace comprender que la fe que acaba de manifestar es la ‘piedra’ inquebrantable sobre la que el Hijo de Dios quiere construir su Iglesia, que es su Comunidad.
“Hoy escuchamos la pregunta de Jesús dirigida a cada uno de nosotros”, ha continuado el Papa. Y esta es una respuesta que “exige también de nosotros, como de los primeros discípulos, una escucha interior de la voz del Padre y una consonancia con lo que la Iglesia, reunida en torno a Pedro, sigue proclamando”. “Se trata de entender quién es Cristo para nosotros”, ha matizado, “si es el centro de nuestra vida y el objetivo de todo nuestro compromiso en la Iglesia y en la sociedad”.
Asimismo, tras el rezo del ángelus, el Papa ha recordado que ayer se celebraba la Jornada Mundial contra las Víctimas de Violencia con motivos religiosos. “Nos unimos a nuestros hermanos y hermanas en la oración en solidaridad por tantos que son perseguidos con motivo de su fe religiosa”, ha dicho. Por otra parte, ha señalado que mañana, 24 de agosto, tendrá lugar el décimo aniversario de la masacre de 72 migrantes de San Fernando, conocida como masacre de Tamaulipas (México).
“Eran personas de distintos países que solo buscaban una vida mejor, y manifiesto mi solidaridad con las familias de las víctimas que todavía hoy reclaman justicia y verdad ante lo ocurrido“, ha apuntado el Papa. “El Señor nos pedirá cuentas de todos los migrantes que han caído en el viaje de la esperanza”, ha continuado, ya que “han sido víctimas de la cultura del descarte”.
Por otro lado, Francisco ha recordado que mañana se cumplen también cuatro años del terremoto que golpeó el centro de Italia. “Renuevo la plegaria por las familias y las comunidades que han sufrido mayores daños, para que puedan salir adelante con esperanza”, ha aseverado. Del mismo modo, ha pedido también por la reconstrucción del territorio, para que la gente pueda vivir serenamente en él, y ha manifestado su cercanía con la población de Cabo Delgado, al norte de Mozambique, “que está sufriendo a causa del terrorismo internacional”, y ha recordado su visita de hace un año a este país africano.